Desde hace varias décadas, el estudio de la población ha sido uno de los temas que más ha necesitado el departamento de marketing, ventas o producto para poder realizar su trabajo. Comprender las motivaciones del consumidor, sus intereses, su manera de vivir es la clave del éxito en una venta a la hora de aportar razones para cumplir con el objetivo: la compra del producto. Hemos querido recoger en esta publicación los secretos de la generación Millennial.
¿Quienes son los millennial?
Este grupo homogéneo de consumidores son actualmente los adultos que nacieron entre 1980 y 1995 (aunque algunos alargan hasta 1998). Son la generación que cuando accedió al mercado laboral se vió envuelta en una crisis que destruyó sus expectativas, los que vivieron la evolución del walk-man al MP3 y finalmente al smartphone. La generación perdida, por su intento de triunfar en un contexto de crisis política y económica.
Estudios y carácter profesional
Son profesionales con estudios superiores, en su mayoría, muy motivados a la hora de emprender. Quisieron romper con el modelo de sus padres, tradicional y autoritario, para convertirse en sus propios jefes y tener autonomía; de hecho, suelen cambiar de trabajo si sienten que no son valorados dentro de sus puestos.
Se les tacha de egocéntricos y narcisistas, por creer que su comodidad y su autorrealización está por encima de valores como el trabajo estable, la familia o el dinero. Sin embargo, están consiguiendo cambiar el mercado laboral: trabajo flexibles, vocación en su vida profesional, startups con gran proyección, etc. Grandes hitos para una generación que a nivel académico está sobradamente preparada y que tiene las cosas muy claras (o quizá no tanto…)
Factores psicográficos
En cuánto a la personalidad, cada individuo es un mundo distinto pero sí tienen una serie de rasgos comunes que comparten todos. El principal, la contradicción continua entre sus ideales y su manera de actuar.
- Impacientes. Buscan la recompensa inmediata. Vienen de un contexto en el que han pasado de una época de bonanza, a ver amenazado su futuro laboral, quieren ver sus esfuerzos valorados. A esto le sumamos el bum del digital, con la rapidez de las tecnologías y la inmediatez de ciertos procesos; han educado una generación del “ya!” Sin embargo, ellos mismos conocen la necesidad de dedicar tiempo a sus hobbies y planes a largo plazo.
- Comprometidos. Son muy críticos con las empresas que no cumplen ciertos estándares de calidad social y medioambiental. No solo a la hora de trabajar en ellas, también a la hora de consumir. Para ellos es muy relevante que la marca comunique sus compromisos y tenga bien definida sus acciones de RSC. Un 86 % de los jóvenes de esta generación estarían dispuestos a cambiar de empresa si no cumplen estos valores. Aunque, a pesar de ser muy defensores de sus ideas y compromisos, no suelen reflejarlo en el comportamiento; la mayoría renuncia a estos valores por variables como el precio.
- Crecimiento personal. Su objetivo es el crecimiento y la formación continuada, por encima de tener un trabajo estable o un gran salario. Su desarrollo profesional es el barco insignia en sus vidas, su manera de presentarse ante el mundo. Un 98 % contempla la necesidad de encontrar un coach. A pesar de ello, los millennials no destacan por continuar sus estudios una vez obtienen un trabajo.
Claves para conectar con los Millennials
Tanto laboralmente como a nivel de consumo, se dejan llevar mucho por sus emociones e ideales. Si su trabajo no les reporta cierta autorrealización, no se comprometerán a quedarse; lo mismo con las compras que realizan, desean que sean acordes a su manera de pensar: orgánica, manufacturada, producto nacional, respetuosa con el medio ambiente…
Es fundamental encontrar la chispa que hace que tu producto se acerque a sus ideales sociales. Pero cuidado, no caigas en el error de buscar una moda cualquiera y copiar el contenido o las acciones de otras marcas. Eso suele ser correspondido con buycots (como ocurrió con ZARA y sus diseños casualmente similares a los de las tejedoras mexicanas).
Debes encontrar en tu producto un valor diferencial que coincida con los ideales de tu público: materiales extraídos con métodos no contaminantes, o mínimo stock para mayor exclusividad. Son pequeños cambios que pueden dar a tu producto un aura especial, que enamora a este público tan emotivo con lo diferente, lo que sorprende y los diferencia del resto.
El mejor consejo es que no dejes de empaparte de estudios e investigaciones que te acerquen el conocimiento del consumidor, para mantener siempre el foco en lo que realmente les motiva al consumo.