El crecimiento empresarial es una de las obsesiones de muchos emprendedores. Está claro que uno de nuestros objetivos es que nuestro proyecto crezca, pero hay que tener en cuenta una serie de aspectos que condicionan el crecimiento empresarial. Comenzando por la definición del propio concepto, además de las diferentes fases del crecimiento empresarial, ejemplos y las estrategias que puedes aplicar para tratar de llevar tu negocio al siguiente nivel, la diversificación o la expansión de productos son algunas de ellas.
Definición de crecimiento empresarial
Por crecimiento empresarial entendemos el proceso que implementa una empresa para mejorar sus estrategias y alcanzar el éxito en diferentes aspectos según las necesidades que tenga o los objetivos que persigue. Se trata de un crecimiento que se puede lograr a través de diferentes vías, como puede ser una subida de los ingresos, un mayor volumen de ventas o de servicios ofrecidos, etc. Se puede hablar de las cinco fases del crecimiento empresarial.
Fases de crecimiento empresarial
- Existencia: el objetivo es obtener clientes y ventas. Muchas veces, el emprendedor es el único que forma parte de la organización, y se pueden explorar oportunidades y experimentar alternativas.
- Supervivencia: la empresa tiene una cartera de clientes suficiente, y el objetivo es retenerlos. Para ello, debe mantenerlos satisfechos. Para crecer hay que evitar estancarse en la zona de confort.
- Éxito: la empresa es rentable, y el crecimiento tiene dos alternativas. La primera, aprovechar las oportunidades de negocio de nuestro sector. La segunda, diversificarse hacia otras actividades.
- Despegue: el crecimiento es interno, con más personal y áreas para manejarlo. Así, se retiene el talento en la organización, evitando inversiones innecesarias y aumentando la productividad.
- Madurez: hay estabilidad, y la organización debe dejar atrás el miedo a innovar y diversificar los productos o servicios para continuar creciendo. También puede expandirse a nuevos territorios.
Tipos de crecimiento empresarial
Por una parte tenemos el crecimiento empresarial orgánico. Es un crecimiento básico, por ejemplo agregar nuevos canales de distribución, vender nuevos productos, etc. Es un tipo de crecimiento bastante funcional, pero tiene el riesgo de que nuestros competidores pueden ampliar su ventaja.
Por otra parte, dentro de la estrategia empresarial está el crecimiento empresarial externo, que se basa en fusiones y adquisiciones. Cuando el crecimiento orgánico ha alcanzado su tope, la empresa necesita expandirse de otra forma. Es una forma mucho más rápida de crecer, pero que tampoco está exenta de riesgos.
6 Estrategias de crecimiento de la empresa
Dentro de los diferentes tipos de estrategias empresariales puedes encontrar una serie de estrategias de crecimiento que son interesantes para ayudar a ampliar tu negocio y hacerlo fuerte en su línea o nicho, presta especial atención:
- Customer experience: online y offline, una buena experiencia del cliente te permitirá mejorar la reputación y obtener compras adicionales. El cliente debe convertirse en el epicentro de todas las unidades de negocio, y los trabajadores deben ser conscientes de esta situación.
- Expansión de productos: crear un plan de expansión para vender nuevos productos a mercados que ya existen. Este producto debe encajar con tu oferta actual, con los valores de la compañía. Es importante que aporte un valor añadido.
- Diversificar clientes y productos: la diversificación empresarial consiste en vender nuevos productos a nuevos clientes. Exige tomar ciertos riesgos, pues entraremos en mundos hasta ahora desconocidos para la empresa.
- Asociaciones: podemos firmar alianzas y asociarnos con otras empresas para crecer. Así, el coste y riesgo que asumimos es menor. Otra opción es la coopetencia, donde trabajamos codo a codo con otras empresas del sector en el desarrollo de productos o servicios, compartiendo beneficios.
- Aceleración del mercado: consiste en abrirnos a nuevos mercados con los productos que ya tenemos en nuestro mercado habitual. Es posible que haya que recortar productos para adaptarse al nuevo mercado, y no está exenta de riesgos, pero la recompensa hace que merezca la pena. La globalización ha ayudado a potenciar esta estrategia.
- Estrategias alternativas: las estrategias poco convencionales nos pueden ayudar a revolucionar el sector, superar a la competencia o despuntar en un nuevo mercado. Vamos a lo desconocido y se puede fracasar, pero también podemos ganar mucho.