
Son muchos los costes que debe afrontar una empresa mensualmente. Y, casi con total seguridad, podemos afirmar que el coste fijo referente al trabajador sea uno de los más relevantes y prioritarios para tu empresa. Pero, exactamente, ¿cuánto cuesta un trabajador?
Entramos en un ciclo económico al alza, con unas perspectivas económicas y sociales algo más optimistas que en estos últimos años. Esto se traduce en el incremento de las ofertas de empleo o, lo que es lo mismo, un incremento del porcentaje de contratación. Por eso, como emprendedor, debes estudiar y analizar cuántos nuevos trabajadores necesitarás y su coste.

El coste de un trabajador depende de multitud de factores, que van desde el tipo de contrato, hasta la duración del mismo o el tipo de actividad que desempeña en el puesto.
No obstante, grosso modo, te detallamos los 4 elementos que consideramos de obligado conocimiento y que, de manera directa o indirecta, afectan al coste final de tu trabajador:
Recuerda que el coste real de un trabajador debe reflejase en la nómina que éste recibe desde la reforma aprobada en 2015.
El coste directo de contratar a un trabajador es, en líneas generales, el coste de su salario y el coste de la seguridad social. No obstante, debes tener en cuenta otros elementos que pueden darse e incrementar de manera significativa dicho coste. Ya has visto que el importe del gasto que te supone cada trabajador dependerá, en mayor medida, del Convenio Colectivo que le sea aplicable a tu negocio, el tipo de contrato que le hayas hecho al trabajador, la jornada laboral, el grupo profesional al que pertenece su puesto… Son muchísimos los factores que debes tener en cuenta; es fundamental que no los pases por alto.
Así que, ¡cuidado! El coste de un trabajador no supone únicamente tener en cuenta el salario y el coste de la Seguridad Social. Hay otro tipo de costes indirectos que están intrínsecamente relacionados con la contratación de personal.
Es fundamental que toda empresa tenga un conocimiento real del coste de cada trabajador que tiene contratado. La buena marcha de todo negocio comienza con su propio análisis, control y comprensión de todo lo que acontece en su día a día. Así que, saber qué te cuesta un trabajador es necesario para la buena llevanza de tu empresa, ya seas una gran empresa, pyme o autónomo. >
Entramos en un ciclo económico al alza, con unas perspectivas económicas y sociales algo más optimistas que en estos últimos años. Esto se traduce en el incremento de las ofertas de empleo o, lo que es lo mismo, un incremento del porcentaje de contratación. Por eso, como emprendedor, debes estudiar y analizar cuántos nuevos trabajadores necesitarás y su coste.

¿Qué influye en el coste de tu trabajador?
El coste de un trabajador depende de multitud de factores, que van desde el tipo de contrato, hasta la duración del mismo o el tipo de actividad que desempeña en el puesto.
No obstante, grosso modo, te detallamos los 4 elementos que consideramos de obligado conocimiento y que, de manera directa o indirecta, afectan al coste final de tu trabajador:
- Tipo de contrato: contratos de media jornada o a tiempo completo, colectivo al que pertenece el trabajador, etc. Asimismo, hay que tener muy presente la duración del contrato (si es temporal, indefinido, o contratado a través de una ETT). Más información sobre los contratos de trabajo.
- Seguridad Social. Tu empresa tiene la obligación de pagar un 23,6% por contingencias comunes, como pueden ser bajas temporales, prestaciones de jubilación o incapacidades, por ejemplo. Igualmente, realizarás dos pagos obligatorios más. Por un lado, un 0,20% destinado al FOGASA (Fondo de Garantía Salarial); por otro lado, un 0,60% destinado a formación profesional.
- Indemnizaciones por despido. No todos los contratos te van a costar lo mismo. Hay gastos más puntuales y extraordinarios, lo cual no quiere decir que es imposible que se den. Todo lo contrario, la posibilidad existe, por lo que debes tener una previsión lo más acorde posible a la realidad, para evitar sorpresas en el futuro. Se trata, por ejemplo, del coste por un despido improcedente. O, por ejemplo, el coste de pago por finiquito (por extinción del contrato, despido, renuncia, etc.)
- Contar con un trabajador más en plantilla, no es barato. Por ello, el Estado dispone de toda una serie de ayudas o bonificaciones a fin de promover, incentivar e impulsar la contratación (caso, por ejemplo, de los contratos de prácticas, de formación o indefinidos).
Recuerda que el coste real de un trabajador debe reflejase en la nómina que éste recibe desde la reforma aprobada en 2015.
La importancia de saber el coste de cada trabajador
El coste directo de contratar a un trabajador es, en líneas generales, el coste de su salario y el coste de la seguridad social. No obstante, debes tener en cuenta otros elementos que pueden darse e incrementar de manera significativa dicho coste. Ya has visto que el importe del gasto que te supone cada trabajador dependerá, en mayor medida, del Convenio Colectivo que le sea aplicable a tu negocio, el tipo de contrato que le hayas hecho al trabajador, la jornada laboral, el grupo profesional al que pertenece su puesto… Son muchísimos los factores que debes tener en cuenta; es fundamental que no los pases por alto.
Así que, ¡cuidado! El coste de un trabajador no supone únicamente tener en cuenta el salario y el coste de la Seguridad Social. Hay otro tipo de costes indirectos que están intrínsecamente relacionados con la contratación de personal.
Es fundamental que toda empresa tenga un conocimiento real del coste de cada trabajador que tiene contratado. La buena marcha de todo negocio comienza con su propio análisis, control y comprensión de todo lo que acontece en su día a día. Así que, saber qué te cuesta un trabajador es necesario para la buena llevanza de tu empresa, ya seas una gran empresa, pyme o autónomo. >