Cierto es que, ser emprendedor está de moda. El emprendimiento es la solución para muchos como escapatoria a la precariedad laboral y a la falta de puestos de trabajo. Tanto es así que, el ecosistema de emprendimiento innovador de España se ha multiplicado por cinco desde 2015, hasta los 46.000 millones, según un informe de Dealroom. Esto nos viene a decir que se han multiplicado por cinco las personas valientes, sin miedo, las cabezas creativas a pulso y las personas dispuestas a arriesgarlo todo simplemente por ser partícipes en generar un cambio a mejor en la sociedad.
Los emprendedores, en gran porcentaje, son jóvenes sin guías sobre qué pasos tomar o de qué manera sobrevivir al emprendimiento. Es por ello que se creó una nueva necesidad, ya que no bastaba con crear másteres o cursos de emprendimiento, pues bien sabemos que la teoría es maravillosa, pero de poco sirve cuando uno se pone en acción. Surgieron así las incubadoras y las aceleradoras, las encargadas de guiar, apoyar e impulsar a todos aquellos valientes que necesitaban de know how para no perder el rumbo, y sobre todo, la esperanza.
Es así que la inversión en startups en España se ha multiplicado por cuatro hasta junio de 2021 y ha alcanzado un récord de 1.900 millones de euros. Podríamos decir que en parte, han sido las aceleradoras las que han contribuido a que esto ocurriese.
En España, ya contamos con 215 incubadoras y aceleradoras de startups, entre las que destacan Seedrocket, Lanzadera, Wayra, Conector accelerator o Plug and Play, pero que un proyecto sea aceptado por una de ellas, no es tarea fácil. Son muchos los emprendedores que intentan hacerse hueco en estos ecosistemas, pero solo unos pocos logran coger asiento.
¿Qué debo SABER antes de inscribirse en una aceleradora de startups?
Cada aceleradora/incubadora cuenta con procesos de inscripción distintos, aunque la mayoría, querrá conocer al equipo y su espíritu, el estado en el que se encuentra el proyecto; si es un prototipo, si ya ha participado en alguna ronda de inversión… Así como deberán facilitarse datos de facturación, volumen de negocio mensual o métricas varias.
Como experiencia propia, mi proyecto fue seleccionado para entrar en la Fase Garaje en Lanzadera, de Juan Roig, pero muy diferente resultó mi proceso de inscripción al de otros de mis compañeros. Os transmitiré un secreto: a fin de cuentas, lo que realmente importa es cómo de potente sea la idea o cómo se ajuste a las nuevas tendencias. El que vaya en línea con la sostenibilidad, la inteligencia artificial o cualquier otro tema que satisfaga los desafíos de aclamo popular, es un plus a tener muy en cuenta.
En mi caso, me llamaron unos días antes de la fecha límite de cierre de la convocatoria y me pidieron un vídeo de un minuto de duración explicando mi proyecto. Ni siquiera coloqué un trípode o utilicé un anillo de luz, mis nociones de vídeo resultaban ser nulas hasta el momento. Alejé mi brazo, activé modo selfie y brevemente expliqué lo que era Ouh Lo Là y la problemática que resolvía en la actualidad.
El qué necesidad cubre tu proyecto es la clave a exponer para conseguir entrada a uno de estos ecosistemas.
Mientras que hay emprendedores que dedican horas y horas a presentaciones animadas y sorprendentes, al fin y al cabo, es la idea o el modelo de negocio la principal vía a tener en cuenta. Es entonces, una vez pasada la siguiente fase, que se tienen en consideración otros requisitos tales como:
- Una dedicación íntegra al proyecto por parte del emprendedor, en cuerpo y alma, sin trabajos secundarios.
- Pactos de socios o sociedades sin disputas entre los socios. Porcentajes claros.
- Escalabilidad. Qué tan escalable puede ser el producto o servicio y la dimensión del mercado al que va dirigido.
Teniendo esto en cuenta, ¿consideras que tu startup tiene papeletas para ser una de las seleccionadas? Demuestra pasión en cada uno de los procesos, pues es sin duda el mayor combustible para impulsar tu proyecto.