Si en tu empresa habéis decidido apostar por la transformación digital, seguro que también habéis optado por las metodologías ágiles. Todas las empresas que se decantan por una transformación digital completa acaban introduciendo las metodologías ágiles, que nos permiten adaptar el modo de trabajo a las condiciones del proyecto, y no al revés como se hacía hasta ahora. Es una metodología que nos permite gestionar mucho mejor el proyecto, desde un punto de vista innovador acorde a las exigencias de un mercado que no perdona.
Ventajas de las metodologías ágiles
La principal razón para aplicar las metodologías ágiles es el incremento de la productividad de la empresa. Nos permite gestionar los proyectos de forma mucho más flexible, autónoma y eficaz, los costes se reducen y el resultado es un producto de mayor calidad, entregado en tiempo y dentro del presupuesto previsto. Lo ideal sería una comunicación constante entre el desarrollador y el cliente, de modo que el resultado final se ajuste perfectamente a lo que nuestros clientes necesitan y nos han pedido.
El hecho de mantener a los clientes involucrados también hace que se comprometan con el proyecto y mejore la satisfacción del comprador. Hay que mantenerlo informado sobre los avances de cada fase, buscando su experiencia y conocimiento. Pero no solo los clientes acabarán más satisfechos, los trabajadores también estarán más motivados y comprometidos ya que en todo momento sabrán cómo se encuentra el proyecto. Los compromisos sobre el proyecto se negocian y aprueban por parte de todo el equipo.
Otra de las razones para aplicar las metodologías ágiles en la gestión de proyectos es que se trabaja por entregas parciales, lo que sin duda redunda en la calidad del producto. En primer lugar se entrega la versión funcional del producto, con todas aquellas funcionalidades que aportan valor, y a partir de ahí se evoluciona. Este método de trabajo permite eliminar cualquier elemento innecesario del producto o corregir los errores que hayan podido aparecer antes de completar el proyecto, de modo que ganamos tiempo y la inversión es mucho más rentable.
Tipos de metodologías ágiles más usadas
No existe una sola metodología ágil, sino que nos encontramos con varios tipos de metodologías ágiles, así que tendremos que elegir aquella donde nuestro proyecto tenga mejor encaje. Eso sí, hay 5 tipos de metodologías ágiles que destacan por encima de todos:
- La primera es Scrum, conocida como “la metodología del caos”, donde cualquier ciclo de desarrollo del producto o servicio se divide en pequeños proyectos, cada uno con sus fases de análisis, desarrollo y pruebas. Es una buena metodología para hacer frente a proyectos complejos que exigen rapidez y flexibilidad.
- El Extreme Programming XP es una metodología muy útil para startups o para empresas que están en la fase de asentarse. Su principal rasgo de identidad es el impulso a la relación entre empleados y clientes, para lo que la comunicación y el trabajo en equipo serán clave.
- Por su parte, Agile Inception está centrada en la definición de los objetivos generales de la compañía para aclarar conceptos tan importantes como el target, el valor añadido o el método de venta. Se caracteriza por unas reuniones muy breves, de a penas 5 minutos, entre socios y equipo de trabajo.
- Si eres responsable de un proyecto, puedes utilizar la metodología Kanban o tarjeta visual. Se basa en la creación de un cuadro con tres columnas de tareas -pendientes, en proceso y finalizadas- al que debe acceder todo el equipo para evitar repeticiones u omisiones.
- Finalmente tenemos la estrategia Design Sprint, auspiciada por Google, donde tenemos 5 días para solucionar el diseño, prototipo y prueba de clientes. Gracias al prototipo y esa prueba podemos anticiparnos a errores o fallos del producto final.
Ahora que ya conoces en qué consisten las metodologías ágiles y cuáles son las más utilizadas, es momento de que valores cuál es la que más se adecua a las necesidades de tu negocio y empieces a aplicarlas. De esta forma, mejorar los procesos y el funcionamiento de toda la organización de forma significativa.