¿Cuál es la mejor forma de gestionar un proyecto empresarial? Si te toca liderar equipos de trabajo y proyectos, es muy fácil que a menudo te hagas esa pregunta. Un buen líder debe conocer los mejores métodos de gestión de proyectos para aplicar el más adecuado, así que vamos a descubrir las metodologías de gestión de proyectos más interesantes.
1. Método del camino crítico
Puedes emplear herramientas ALM o otros métodos como el conocido por las iniciales inglesas CPM (Critical Path Method), se presenta como la herramienta más adecuada para la gestión de proyectos con actividades interdependientes. Tenemos una lista de actividades por hacer, y cuenta con dos líneas: la del desglose de trabajo y la línea temporal para completarlo. En ambas aparecen los diferentes hitos o entregables, y describe las actividades críticas y las no críticas al calcular el tiempo para completarlas.
2. Gestión de proyectos de la cadena crítica
En este caso, lo conocemos como CCPM (Critical Chain Project Management), y a diferencia del CPM que acabamos de ver, en el CCPM utilizamos los recursos dentro del proyecto, y no las actividades del mismo. Para encarar los problemas con recursos, se integran unos almacenamientos intermedios que nos permitirán garantizar la finalización a tiempo del proyecto sin poner en riesgo su seguridad.
3. Agile
Aunque el método Agile se pensó para proyectos que exigen velocidad y flexibilidad, lo podemos usar en cualquier tipo de proyecto. La clave son los cortos ciclos de entrega y la repetición de los procesos, reduciendo riesgos. Es muy interactivo y nos permite introducir ajustes rápidamente, sin alterar en exceso el desarrollo del proyecto. Una metodología muy interesante para trabajar con equipos autónomos o proyectos que no exigen demasiado control.
4. Cascada o waterfall
Se presenta como un método muy interesante para proyectos planificados de antemano, a los que no vamos a introducir cambios. Es un método secuencial, que incluye una serie de fases estáticas ejecutadas en el mismo orden: análisis de requisitos, diseño, prueba, implantación y mantenimiento. En cada fase, el gestor del proyecto ejerce un férreo control sobre este, pero tiene la dificultad de que no se pueden añadir cambios, así que la planificación previa es clave para su éxito.
5. Scrum
Agilidad e interactividad son las dos palabras que mejor definen este método que toma su mundo del rugby. Las sesiones de Scrum o sprints de 30 días nos permiten priorizar proyectos, y en vez de un gestor o administrador de proyectos contamos con la figura del scrum master, el líder de esta mélé. Tenemos una serie de pequeños equipos que se reúnen para afrontar de forma independiente sus tareas, y luego se reúnen con el scrum master para analizar resultados y priorizar las tareas atrasadas.
6. Six Sigma
Motorolla desarrolló este método de trabajo con el objetivo de acabar con el desperdicio y mejorar tanto los procesos como las ganancias, y sigue en la línea del frente. Este método para la gestión de proyectos se basa en tres pilares, conocidos por sus iniciales: DMAIC (definir, medir, analizar, mejorar y controlar), DMADV (definir, medir, analizar, diseñar y verificar) y DFSS, el diseño para Six Sigma, que incluye las opciones anteriores y otras como IDOV (identificar, diseñar, optimizar y verificar).
7. Introducción del nuevo producto (NPI)
Nos podemos referir a ella como NPI por sus siglas en inglés, y se suele utilizar más que para un proyecto en general para centrarnos en determinados pasos del lanzamiento del producto. Así, no perderemos tiempo en la creación de presupuestos, tareas, etc., sino que nos basaremos en la comunicación con todas las partes involucradas en el proyecto. Lo ideal es que el gestor diseñe equipos de trabajo con miembros de diferentes ámbitos involucrados en el desarrollo de nuevos productos y que estos no se disuelvan hasta su lanzamiento, que supondrá el fin del proyecto.