Hay conceptos y definiciones en el ámbito empresarial que son necesarios tener muy presentes y claros. Te servirá para gestionar de manera más profesional y fiable tu negocio, evitando caer en tontos errores y poder tomar las riendas del negocio con total seguridad. Los costes empresariales son una de las claves para el correcto funcionamiento y la viabilidad de la empresa. Así pues, ¿sabes qué es un coste o costo?
Definición de coste
Desde el punto de vista de la contabilidad de costes, el concepto de costes representa a como todos aquellos recursos que una empresa va a precisar para alcanzar unos objetivos que previamente se ha marcado. Toda empresa, para lograr sus metas, se marca el modo y los caminos a seguir. Y, para ello, se precisan todo tipo de recursos: materiales, humanos… Para optimizar el proceso y alcanzar los objetivos con éxito, la empresa deberá medir el coste, es decir, cuantificar en términos monetarios todos los recursos e debe emplear.
En el ámbito empresarial, el coste es el valor monetario que una empresa ha invertido para producir sus bienes y servicios.
La meta de cualquier empresa es obtener el máximo de beneficios. Y éstos los consigue a través de la venta de sus bienes y servicios. El significado de costes, por tanto, pasa por dar valor monetario a los recursos que emplea para la producción de sus bienes y servicios.
Una empresa debe tener muy claro qué son costes, puesto que gracias a ello, será capaz de establecer un precio de venta adecuado, teniendo en cuenta también otros factores tales como: precio de la competencia, función oferta-demanda, público objetivo al que va dirigido, etc. Pero, dejando por un momento dichos elementos de lado, la empresa, para poder obtener beneficios, deberá cubrir, como mínimo, sus costes. De lo contrario, iría en picado y las pérdidas le llevarían a la quiebra.
Minimización de costes
En un mercado altamente competitivo, tu empresa equivale a un pequeño grano de arena en una playa. Es muy complicado hacerse un hueco, destacar y, además, obtener ganancias suficientes para ir tranquilo y desahogado. Debes intentar destacar sobre tu competencia, tener un elemento que te haga diferente y que dé cierto valor añadido a tus productos y servicios. De esta manera, irás adquiriendo cada vez una cuota de mercado mayor. ¿Y qué truco emplear? Ten siempre en mente maximizar tus beneficios y apostar por la minimización de costes. Lógico, ¿verdad?
Y en cuanto a los costes que debes minimizar, son los siguientes:
- Costes variables. Coste de factores que puede variar en el tiempo y que dependen del nivel de producción de bienes y servicios.
- Costes fijos. Coste que es independiente del nivel de producción y no varían en un corto/medio plazo.
Una empresa logrará la minimización de costes si elige la mínima cantidad de trabajo y, con ella, produce el máximo de unidades de bienes y/o servicios con los recursos que dispone.
Llevado a números, sabemos que el beneficio se obtiene de la diferencia entre los ingresos totales y los costes totales. De ahí que, cuanto mayores sean los costes, menor será el beneficio obtenido. Por tal razón, la economía en general y las empresas en particular, busquen reducir los costos en los que incurren durante el proceso productivo de sus bienes y servicios.
Es importante que tengas muy claro qué son los costes y que cuantifiques todos los elementos que empleas para producir tus bienes. De esta manera, sabrás con qué margen de beneficio cuentas y si debes o no reducir los diferentes tipos de costes, de qué manera y en qué productos, para rentabilizar al máximo tu empresa.