De todos los costes a los que haces frente en tu empresa, hay unos que siempre están en tu mente, pues son los costes que van a permanecer invariables y constantes en todos los procesos.
Nos referimos a los costes fijos, un tipo de costes que a más de uno han generado grandes quebraderos de cabeza puesto que, en las empresas la lucha permanente pasa, precisamente, por tratar de controlarlos y disminuirlos.
¿Qué son costos fijos?
Los costes fijos son aquellos costes que permanecen invariables aunque los niveles de actividad y de producción de tu empresa cambien, son constantes. Son gastos que no dependen del nivel de producción de bienes y servicios; aunque con el tiempo, sí que es posible que sufran variaciones.
Imagina un alquiler, que sube cada año un pequeño porcentaje. Además, estos gastos fijos se pagan de manera constante en periodos de tiempo, ya sean diarios, mensuales, trimestrales, anuales, etc.
Los costes fijos son gastos que permanecen constantes e invariables ante cambios en los volúmenes de producción de bienes y servicios de una empresa.
A nivel personal, seguro que tienes mes a mes toda una serie de gastos fijos de los cuales no puedes deshacerte pero, a su vez, ya los tienes previstos, pues, al contrario que los costes variables son costes a los que debes hacer frente sí o sí todos cada cierto periodo de tiempo. Nos referimos a costes fijos tales como: la hipoteca, el seguro del coche, los recibos de luz, agua y teléfono, etc. ¿Te suena verdad? Pues lo mismo sucede a nivel de empresa.
Ejemplos de costos fijos
Hay una serie de costes que prácticamente cualquier empresa debe asumir. A continuación, detallamos algunos ejemplos de costos fijos:
- Alquiler de un local u oficina, gasto que se paga de manera puntual, por regla general, cada mes. Al margen de si la empresa produce o no, tiene ingresos o no, es un gasto que sí o sí, debe asumir. Para muchos emprendedores que recién empiezan con su negocio, el alquiler de un local pasa a un segundo plano, pues es un coste muy elevado y que, a priori, se puede prescindir de él. Hoy en día existen muchas alternativas, una de ellas, por ejemplo, la de alquiler de oficinas por horas.
- Servicios por gastos de teléfono, luz y agua, donde se pagan facturas cada determinado tiempo (mensual, bimensual o trimestral por regla general).
- Pago de seguros que la empresa tenga contratados, tales como seguros contra incendios o contra desastres naturales, seguros de responsabilidad civil o cualquier aquel a empresa considere necesarios para el desarrollo de su actividad.
- Pago por la contratación de profesionales, como pueden ser abogados o asesores, que prácticamente todas las empresas tienen contratadas. Un gasto fijo que se ha hecho fundamental para garantizar y asegurar la marcha del negocio dentro de la normativa vigente y evitando posibles conflictos legales.
- Pagos por servicios de renting de maquinaria o automóviles empleados para el desarrollo de la actividad.
En definitiva, los costes fijos son gastos que permanecen invariables ante cambios en el nivel de producción; sin embargo, suponen un grave problema para las empresas puesto que, en caso de la productividad o los ingresos disminuyan, el importe de los costes fijos se mantiene igual, debiendo asumir su pago a pesar de todo.
Es por esto que debemos tener siempre presentes los costes fijos a la hora de crear una empresa, para que podamos saber cuánto dinero necesitamos para subsistir económicamente.