El aula virtual es un espacio donde los profesores comparten contenidos e interactúan con los alumno muy práctico cuando se monta una empresa de formación. Se trata de un elemento fundamental en los actuales modelos educativos a distancia, en línea. Aquí se proponen las distintas enseñanzas, las técnicas y herramientas que los estudiantes utilizarán para completar el aprendizaje. Es un espacio transversal, pues además de los contenidos se potencian y desarrollan las competencias digitales del estudiante. Vamos a descubrir a la hora de crear una empresa, cómo crear un aula virtual paso a paso. Todo depende del recurso utilizado para su creación.
¿Qué necesito para crear un aula virtual?
En términos generales para montar una aula virtual necesitarás: tener todos los requisitos legales en orden, profesores, herramientas y plataformas, el contenido o la estrategia de contenido, el plan de negocio y la evaluación de objetivos y metas.
Estas son algunas de las claves, a continuación nos centraremos en algunas de las plataformas para montar un aula virtual que tenga éxito y sea práctica para los alumnos, toma nota:
1. Plataformas LMS
Las plataformas de gestión del aprendizaje ofrecen múltiples posibilidades de infoproductos. Moodle es de largo la opción más conocidas. Se pueden instalar en un servidor local del centro educativo o en la nube, pero aun así necesitarás un administrador cualificado para su mantenimiento técnico. También será fundamental una conectividad rápida y un ancho de banda. El funcionamiento dependerá, en parte, de qué plataforma LMS elijas. Aun así, tendrás el esqueleto del aula virtual creado, y únicamente tendrás que dotarlo de contenido.
Por una parte, podemos agregar todo tipo de archivos: word, PDFs, imágenes, vídeos, aplicaciones de terceros… Por otra parte, puedes crear foros de dudas y debate, salas de chat, grupos para un trabajo colaborativo o incluso el libro de calificaciones. Según la opción elegida, es posible que nos permita agregar plugins para incorporar nuevas funciones. Una vez instalados todos ellos, solo tienes que compartir el acceso al aula virtual con los estudiantes y empezar a sacarle el máximo partido.
2. Plugin LMS para WordPress
Esta opción permite agregar el aula virtual al blog o web existente con WordPress. Así, lo primero que necesitamos es tener una página web creada vía WordPress. Cuando la tengas, agrega el plugin LMS para incorporar el módulo de cursos y lecciones a la interfaz. Opciones como Sensei, LifterLMS o LearnPress -gratis- están entre las más populares, así como LearnDash -159€ anuales-. Todos estos plugins pueden ver incrementadas sus funcionalidades agregando los diferentes módulos de pago.
Asegúrate de que el elegido no entre en conflicto con otros ya instalados, y que sea compatible con tu tema. Antes de incorporarlo, es aconsejable que hagas una copa de seguridad. Según el plugin añadido, es fácil que incorpore pasarelas de pago vía PayPal para la venta de tus cursos online. Si no es así, tendrás que instalar un plugin adicional como Woocommerce para el procesamiento de pagos. Una vez habilitada el aula virtual, solo te faltará dotarla de contenidos. Lo único que tienes que hacer es subir los diferentes archivos de que consta el curso. Además, puedes crear cuestionarios, certificados o foros de cada lección.
3. Métodos alternativos para crear un aula virtual
Hay otras opciones a la hora de crear nuestra aula virtual. Por ejemplo, podemos crear un aula virtual en Facebook. Es tan simple como crear una página o grupo cerrado y compartir en él los materiales y contenidos. El profesor hace las funciones de administrador, ofreciendo acceso a los estudiantes. Lógicamente, es fundamental que cada miembro tenga perfil en dicha red social. Eso sí, necesitarás repetir el proceso en cada curso lo que le resta practicidad.
También puedes hacer clases en vivo con tu webcam, añadir vídeos o clases de suscripción o membresía o incluir productos descargables.
Plataformas sociales como Edmodo o Google Classroom pueden hacer las veces de aula virtual, siempre que utilicemos Drive, Gmail o los documentos de Google. Su funcionamiento es más simple que el de los programas y plugins LMS, aunque tenemos menos funciones. Algo parecido pasa con los programas videoconferencia tipo Zoom, Hangouts o Skype. Podemos ofrecer la clase en directo a la vez que compartimos notas o documentos con los alumnos, también permite interactuar. Eso sí, con muchas más limitaciones que en un aula virtual convencional.