6 Ejemplos de empresas de suscripción

Pau Sisternas

Las empresas de suscripción cuentan con numerosas ventajas: fidelización de clientes, usuarios que pagan y no utilizan el servicio, un coste marginal reducido... Por esta razón, cada vez más empresas apuestan por un modelo en auge. Es fácil que incluso tú seas usuario de una empresa de suscripción sin saberlo. Vamos a descubrir este modelo de negocio, su funcionamiento y los mejores ejemplos como las empresas de medios o de contenidos audiovisuales.




Modelos de negocios de suscripción

Qué es un modelo de suscripción

Las empresas de suscripción son aquellas que venden productos o servicios a cambio de una cuota, que puede ser semanal, mensual, trimestral, anual... La clave del mismo es la monetización, pues están disponibles para el cliente siempre que pague -un pago que se hace por adelantado-. El precio está supeditado a la duración de la suscripción o membresía, pero suele ser más económico que si se comprase el mismo producto o servicio a través de los canales convencionales.

Cómo funcionan los negocios de suscripción

El funcionamiento al crear una empresa de este tipo es realmente simple. El cliente se registra, elige el plan que mejor se ajusta a sus necesidades, paga y puede disfrutar del producto o servicio durante el tiempo acordado.

Una vez finalizado este periodo, puede decidir si renovar la suscripción o no. La cosa no acaba aquí, pues muchos de estos negocios nos permiten hacer up selling -vender productos más avanzados y sofisticados- o cross selling, la venta cruzada de productos asociados.

Ejemplos de negocios de suscripción

Los negocios de suscripción nos rodean, tanto en el ámbito físico como en el digital donde han encontrado un importante filón. Podemos mejorar poco a poco el valor de las ofertas, cubrir una necesidad real del cliente -lo que reduce el riesgo de cancelación- y podemos ofrecer una prueba gratuita. Estos son los ejemplos más destacados de negocios de suscripción:

  1. Contenidos audiovisuales: Filmin, Netflix, HBO, Disney +, Spotify o DAZN son algunos de los nombres “modernos” que encontramos en este campo, sin olvidar la televisión por cable. En mayor o menor medida cubren una necesidad del consumidor, y cuentan con diferentes planes y periodicidades.
  2. Prensa online: la transición del papel a la prensa digital supuso un gran impacto en las redacciones, pero poco a poco el consumidor va siendo más consciente de la necesidad de pagar por el trabajo de los periodistas. Están desde el modelo 100% de pago a modelos híbridos con un número limitado de noticias gratis o donde conviven noticias gratis y para suscriptores a discreción del medio.
  3. Suscripción a un servicio: seguramente, el ejemplo más conocido sean los gimnasios. Te puedes abonar durante un periodo determinado -otra cosa es que vayas o no-. Lo mismo pasa con otros espacios, como piscinas o coworkings, yoga o una tienda online con productos descargables.
  4. Productos físicos: Loopas es un excelente ejemplo de empresa de suscripción que cubre una necesidad básica. Lo que hace es enviar a los clientes mensualmente las lentillas para su uso diario. Otro ejemplo de negocios de suscripción es Flores para todos, que cada semana coloca un ramo de flores en tu negocio y se lleva el de la anterior.
  5. Productos digitales: compañías como Adobe cuentan con un programa de suscripción que permite a los suscriptores utilizar su software durante un tiempo determinado. Por su parte, Hootsuite tiene una versión gratis limitada a cinco usuarios, pudiendo gestionar más perfiles de redes haciéndote suscriptor. Office365 es el aporte de Microsoft a este campo.
  6. Envío a casa de productos para particulares: muchas empresas envían sus productos a casa de los suscriptores. El ejemplo más conocido a nivel mundial es el de Dollar Shave Club, la empresa estadounidense que enviaba productos para el afeitado a sus suscriptores, pero puede adaptarse a todo tipo de productos, incluidos los de alimentación.
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