¿Tienes una nueva idea de negocio y no sabes cómo ponerla en marcha? ¿Consideras que no cuentas con los conocimientos necesarios para emprender un negocio por primera vez? Lo más seguro es que te surja un mar de dudas, pero aquí encontrarás una guía básica de cómo ser un buen emprendedor y algunos consejos para ponerte a ello de inmediato.
Ten (o cultiva) una actitud emprendedora
Debes saber que parte del éxito de una startup radica en el planteamiento y estrategia previa, pero comienza en la mentalidad emprendedora. El cómo te tomes esta aventura dirigirá tus pasos y definirá el éxito o el abandono de la idea inicial.
Bien sabemos que el 90% de las startups desaparecen a los tres años de fundarse, por lo que el primer paso es estar preparado para el reto. Una mentalidad fuerte y ganas de comerse el mundo son requisitos indispensables para ponerse manos a la obra, pues tener madera de emprendedor significa, valentía.
La perseverancia será quizás el requisito más importante, pues es el que te mantendrá de pie a pesar de los constantes altibajos e innumerables caídas. El que persevera, alcanza, por lo que ¡no te rindas!
Y ahora que vas a emprender, dedícale todo tu tiempo. Recuerda que convertirte en tu propio jefe conlleva mucha disciplina y compromiso, y en caso de entrar en una aceleradora para impulsar tu negocio, la dedicación completa, será un requerimiento irrefutable.
La idea, que sea innovadora
Todo comienza con una buena idea, y quizás ésta sea la parte más compleja. Ideas podemos tener muchas, pero ¿son realmente buenas o diferentes? Para dar con la respuesta podemos hacernos dos preguntas que nos ayudarán a decidir si nuestra idea es o no válida:
- ¿En qué se diferencia mi idea de otros productos o servicios?
- ¿Se encuentra en el océano rojo o en el océano azul?
Ambas preguntas definirán el valor del producto o servicio y te guiarán a seguir o no con el proyecto. Recuerda que las mejores ideas nacen de los Insights propios y surgen a partir de tus quehaceres cotidianos.
Estudia y conoce el mercado
Un error muy común es pensar que nuestras necesidades son las mismas que las del público, pero por muy buena que nos parezca una idea, siempre debemos contrastarla. Es por ello que es necesario realizar un estudio de mercado para ver la aceptación entre el público del producto o servicio. El estudio de mercado deberá reflejarse posteriormente en el plan de negocio, pero lo ideal es empezar por aquí con el fin de ver la viabilidad de la iniciativa empresarial.
Es necesaria una investigación tanto cualitativa como cuantitativa con el fin de minimizar el riesgo de toma de decisiones. ¿Cuál es mi mercado potencial? ¿A qué coste estarían dispuestos a pagar mi producto o servicio? ¿Dónde debería estar presente? O ¿Cómo diferenciarme de la competencia? Son algunas de las respuestas que hallarás tras el estudio. Puedes ponerte manos a la obra con algunas de las herramientas especificadas a continuación:
- Analizar el mercado obteniendo información de valiosas fuentes de investigación (INE, asociaciones de consumidores o cámaras de comercio).
- Estudiar las tendencias a través de Google Trends o Statista.
- Definir las variables de segmentación a través de encuestas, focus groups u observación directa.
- Análisis de la competencia a través de la herramienta DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) o plataformas tales como BuzzSumo, Semrush o Similar Web.
Crea un buen plan de negocio
Una vez realizada una buena investigación tanto a la hora de emprender por segunda vez como por primera vez hay que entender el mercado y ver todas las posibilidades con las que contamos, es hora de empezar con el plan de negocio. Este nos servirá de hoja de ruta al establecer los objetivos de la empresa y fijar las estrategias, así como definir la estructura y los presupuestos de apertura. El documento del business plan debería incluir lo siguiente:
- Presentación y antecedentes, explicando la misión, visión y los valores de la empresa, así como detallando el problema que resuelves con tu idea de negocio.
- Descripción de producto o servicio.
- Análisis del mercado y la competencia, fundamental para encauzar el camino y tomar las decisiones idóneas.
- Modelo de negocio respondiendo a dos preguntas: ¿Dónde está el dinero que necesito? Y ¿cómo voy a conseguirlo?
- Descripción del equipo y temas societarios, detallando los perfiles de tus compañeros de aventura y resaltando sus puntos fuertes.
- Estrategia de Marketing describiendo las acciones y recursos utilizados.
- Resumen financiero incluyendo la cuenta de pérdidas y ganancias, así como el balance de la situación.
- Plan de contingencia, tratando los riesgos a los que podría enfrentarse la empresa.
- Estado actual del proyecto y la hoja de ruta, mostrando hasta dónde has llegado y qué has aprendido por el camino.
Es el Business plan el que te ayudará posteriormente a conseguir la financiación que necesitas, ya que es la herramienta demandada por Business Angels y algunas aceleradoras.
Conoce las vías de financiación
Aquí una pata fundamental para poder emprender, pues en muchas ocasiones, no se trata de tener una idea atractiva, sino contar con la financiación necesaria para impulsarla. La mayoría de las veces, una startup desaparece por no contar con los recursos económicos suficientes, por lo que debes conocer todas las vías de financiación para empresas para ponerte en marcha, y en España digamos que no es tarea fácil encontrarla. Aquí algunas de las vías:
Family, Friends and Fools (o bien conocida como “La financiación de las tres F”)
Es la primera modalidad a la que recurre un emprendedor, y corresponde a la que puedes adquirir de la familia, amigos y los “locos” que creen en tu proyecto. Es fácil de conseguir por su vínculo emocional, y a su vez, no suele conllevar intereses, sin embargo, se trata por norma general de personas sin experiencia que pueden “mal aconsejar” o no aportar grandes cantidades de dinero.
Incubadoras y aceleradoras de Startups
Ambas pueden estar patrocinadas por compañías privadas, entidades gubernamentales o universidades, y el propósito de ambas es hacer crecer el proyecto a través de coaching, capitalización, cesión de espacios de trabajo, networking o clases de emprendimiento. Son de gran ayuda, sobre todo si eres nuevo emprendedor y no sabes por dónde empezar.
Business Angels
Se trata de inversores privados que invierten con sus propios fondos a cambio de participación en la empresa. Una de las grandes ventajas de este tipo de financiación, además de la experiencia, es el asesoramiento en el desarrollo, sin embargo, la participación del emprendedor se puede diluir considerablemente. Cada vez más, nos encontramos con grupos y clubs de Business Angels compartiendo su esfuerzo y uniendo su capital de inversión creando así uno mayor.
Crowdfunding
Una modalidad sin duda en alza, consiste en recaudar contribuciones pequeñas de un gran número de individuos o inversores a través de plataformas en internet y sin recurrir a intermediarios financieros. Se ofrecen recompensas, como por ejemplo, producto/servicio a cambio, y una de sus grandes ventajas es la creación de una comunidad alrededor de la startup.
Organismos Públicos
Existen diferentes opciones de financiación pública, y cierto es que el gobierno, poco a poco va aumentando sus iniciativas de apoyo a las startups. Entre las diferentes herramientas de ayuda nos encontramos con los premios o concursos para emprendedores, ayudas de subvención teniendo como referencia Neotec, o el préstamo participativo por excelencia, Enisa.
Sociedades de capital riesgo
Se trata de entidades financieras de inversión directa o de fondos de inversión, que, de forma temporal, adquieren participaciones de una empresa. Puede suceder en distintas etapas del ciclo de vida de una empresa, y tras el aumento del valor tras la inversión, los capitalistas se retiran adquiriendo un beneficio.
Una vez teniendo clara la actitud necesaria, los pasos a seguir y en quién apoyarte, ¡puedes comenzar! Recuerda que nunca se está lo suficientemente preparado, al igual que un producto o servicio tampoco lo estará para salir al mercado, por lo que atrévete y no esperes demasiado. Nunca será el momento oportuno, por lo que olvida las excusas, pues el poder reside en uno mismo para alcanzar todo lo que se proponga.