La transparencia es uno de los valores empresariales que más confianza generan entre todos los que rodean nuestra empresa. Socios, accionistas, trabajadores, clientes o proveedores tendrán una mejor imagen de una empresa que hace gala y practica la transparencia que de una compañía opaca, de la que no se sabe demasiado.
Lógicamente, la imagen corporativa es la mejor arma para ejercer la transparencia, pero hay formas y formas de ser transparentes. Vamos a ver las más interesantes.
1. Comunicación interna y externa coherentes
Una empresa debe ser transparente a nivel interno y externo, lo que implica una coherencia entre los dos niveles comunicativos.
- A nivel de comunicación interna, informaremos a la plantilla, socios y accionistas de los hechos importantes o resultados, positivos y negativos. Evitamos la incertidumbre y generamos un lugar seguro para trabajar.
- A nivel externo, con la comunicación externa proyectaremos la misma información, de modo que no haya dobles mensajes o mensajes contradictorios que en vez de confianza generen dudas entre quienes los reciban.
2. Transmitir datos veraces
Siempre hay que ir con la verdad por delante, pero para generar confianza tenemos que ofrecer datos veraces, sin juicios, a partir de la evidencia y la lógica. Eso sí, tenemos que diferenciar entre los asuntos personales y profesionales, de modo que además de veraz la información será ética, moral y honesta.
Tres cualidades que no se cumplen si aportamos información falsa. Si la empresa aplica estos principios de ética, veracidad o moralidad la gente querrá trabajar en ella, reforzando la unión entre trabajadores.
3. Los números, públicos y al alcance de todos
Muchas empresas son reacias a compartir sus números, en especial si estos son negativos. Sin embargo, los trabajadores deben conocer la situación financiera de la empresa para confiar en ella y trabajar con una mayor tranquilidad. E igual que los conocen los empleados, también deberían conocerlos los socios o accionistas es incluso desde fuera de la empresa.
En el concepto “números” también se incluyen las previsiones. Esto facilitará un mayor esfuerzo en los momentos difíciles, y se debería traducir en bonus compartidos cuando se cumplen los objetivos.
4. Estar abiertos al debate
Otra forma de ser transparentes es estar abiertos al debate y las propuestas de los trabajadores, los accionistas o los clientes y proveedores. Más allá de las reuniones diarias o de organización, cada cierto tiempo deberían producirse reuniones de trabajo para que los empleados puedan exponer sus propuestas para mejorar el funcionamiento de la empresa. Así, nos aseguramos de que no quedan temas sin tratar.
Pero, también hay que analizar las propuestas que nos lleguen desde fuera de la empresa con el objetivo de mejorar e inspirar más confianza a nuestro entorno.
5. Las redes sociales, siempre actualizadas
Una de las primeras cosas en las que nos fijamos a día de hoy son las redes sociales de la empresa, y muchas veces nos encontramos con perfiles sin actualizar, incluso con el logotipo antiguo como imagen de perfil. Son el espejo de la empresa, de modo que hay que mantenerlas activas para generar esa transparencia que inspire confianza.
s una forma de mostrar el día a día, de que los futuros candidatos vean cómo funciona la corporación y de transmitir los valores de empresa.
6. Informar de los cambios
Cuando se produce un cambio en la empresa hay que informar de ello lo más rápido posible, en especial si afecta al día a día de la empresa o es relevante para el negocio.
Tenemos un montón de instrumentos para ello, desde los comunicados internos a los anuncios oficiales o las memorias internas, pero las empresas deben informar en primer lugar a sus empleados y a continuación a los socios o accionistas y a los clientes, proveedores, etc. Evitamos incertidumbre o rumores y ganamos confianza, en especial si indicamos cómo queda cada colectivo implicado.