Por mucho que pase el tiempo y evolucionen las formas que tenemos de comunicarnos con nuestra plantilla, los comunicados internos son una de las formas más eficientes de comunicación interna y una buena técnica para mejorar el bienestar de tus empleados, ¿no crees?
Sus detractores dirán que están anticuados, que tenemos alternativas más eficientes como puede ser el correo electrónico o el WhatssApp; y aunque es cierto que el papel ha perdido relevancia, hacer un comunicado interno se enmarca en el protocolo o como soporte legal. Pero para que sea efectivo debe cumplir una serie de requisitos.
Cómo redactar un comunicado interno para tus empleados paso a paso
Al tratarse de una comunicación de la empresa hacia los trabajadores, tendremos tendencia a usar un lenguaje corporativo. Sin embargo, deberíamos dar prioridad al lenguaje simple frente al empresarial, ya que así todo el mundo lo entenderá.
Otra de las claves en la redacción de estos comunicados es ser breves y concisos. La precisión es un plus, así que evitaremos andarnos por las ramas e iremos directos al grano. Para ello, el comunicado interno se estructurará en cuatro grandes apartados.
1. Elige un título atractivo
En primer lugar tenemos el título, que debe ser poderoso y atractivo para despertar el interés del trabajador que recibe la comunicación interna. Más allá de un título llamativo, en el encabezado de la comunicación interna deben aparecer una serie de ítems como el remitente, el asunto o la fecha en que se envía el comunicado interno.
De vuelta a los aspectos legales o de protocolo que antes hemos mencionado, contar con la fecha de emisión del comunicado puede ser un factor clave en determinados procesos.
2. Indica el objetivo en las primeras líneas
A continuación nos encontramos con la apertura. Es el primer párrafo, donde se define el objetivo del comunicado. Puede ser el párrafo más corto de todo el comunicado, utilizaremos pocas frases y lo haremos de forma breve.
Muchas empresas ignoran este punto en sus comunicados internos y pasan directamente al siguiente punto, el cuerpo del texto en sí, pero la apertura nos sirve a modo de justificación del comunicado de modo que nunca deberíamos pasarla por alto.
3. Sigue la estructura de la “pirámide invertida”
Llegamos por fin al cuerpo del texto, el grueso del comunicado que lógicamente será la parte más importante. Aquí desarrollamos lo que hemos avanzado en la apertura, y lo hacemos siguiendo la estructura de la pirámide invertida. Empezaremos con la información más importante, la que nos interesa que los empleados lean sí o sí.
Hay que ser conscientes de que no todo el mundo leerá el comunicado hasta el final, o lo hará con la misma atención, así que pondremos lo importante al principio. Eso sí, trataremos de no extendernos demasiado para que la lectura sea ágil.
4. Elabora una conclusión concisa y directa
Finalmente, nos encontramos con el cierre del comunicado interno. Por una parte, hay que incluir las conclusiones finales a las que se llega en esa comunicación. También puede ser el momento de cerrar algún tema que ha quedado abierto en el comunicado. Por otra parte, tenemos que incluir un saludo final para reforzar la sensación se cercanía entre la empresa y el trabajador.
A la hora de redactar el cierre de la comunicación interna es muy importante utilizar un lenguaje positivo, que deje un buen sabor de boca al lector. Si hay que ser negativos, lo seremos en el resto del texto.
Comunicados internos y confidencialidad
Hay una cuestión que no podemos pasar por alto en nuestros comunicados internos, y esta es la de la confidencialidad. No queremos que los comunicados se filtren, y menos si tienen datos sensibles que puedan afectar al futuro de la empresa.
or eso, es recomendable que los empleados firmen acuerdos de sensibilidad, en especial cuando los comunicados internos suelen contener esta información sensible. Así nos aseguramos de que los comunicados no salen de la empresa.