Una ronda de financiación es un proceso que permite a una empresa obtener capital a partir de nuevos inversores. Es un proceso donde business angels o empresas de capital de riesgo se hacen con el control de parte de la empresa a cambio de ofrecer el dinero que estas necesitan.
Visto así nos puede parecer algo relativamente simple, pero no lo es. Para comprender el funcionamiento de las rondas de financiación de una pyme o una startup es indispensable conocer las diferentes rondas de financiación por las que pasa un proyecto.
Seed capital: los comienzos de la empresa
La primera ronda de financiación corresponde al seed capital o capital semilla. Se supone que en este punto ya hemos superado la triple F (friends, fools and family), que nos han dado el mínimo para empezar. La ronda semilla está dirigida a arrancar el negocio, hacer que el producto sea viable y comprobar si nuestro proyecto es válido.
Es la ronda que exige menos inversión, pero también la que resultará determinante: si el proyecto funciona pasamos a las siguientes rondas, si no funciona habrá fracasado.
Ronda A: el modelo de negocio
Superada la etapa inicial, llega el momento de llevar el proyecto un paso más allá para lo que vamos a necesitar la primera gran inyección de capital. Tras esta ronda de financiación nuestra base de consumidores debería crecer. Es imprescindible saber qué dinero necesitamos, qué tipo de inversor y tener un buen proyecto para atraerlos.
La credibilidad es clave. Con este dinero confiamos en empezar a generar ingresos y poder contratar talento. El inversor espera una alta rentabilidad por vender su participación en el futuro.
Ronda B: crecer a costa de la competencia
El negocio está en marcha y desarrollado, así que necesitaremos más dinero para aumentar el valor de la empresa y desarrollar al máximo nuestro proyecto. Es el momento de la expansión, de copar el mercado y ahogar a una competencia que no puede crecer a nuestro ritmo.
Es más, puedes comprar las empresas de la competencia para seguir creciendo a partir de su cartera de clientes. También puede ser un buen momento para internacionalizar nuestro proyecto. En cualquier caso, las necesidades de capital son mayores.
Ronda C, D, E… el crecimiento sigue
A medida que el proyecto queme etapas, tendrás nuevas necesidades de capital así que habrá que abrir otras rondas de financiación. Cada ronda es un nuevo paso adelante, y puede ir acompañado de la compra de nuevas empresas, el lanzamiento de productos o incluso la salida a bolsa.
Cada ronda necesitarás más dinero, y los inversores necesitan conocer la previsión de ingresos, sin olvidar las expectativas de crecimiento. El perfil de inversor cambia de una ronda a otra, de modo que la junta directiva del proyecto también lo hará.
Las claves de la ronda de financiación
No importa en qué fase estamos, si se trata del capital seed o la ronda M, hay dos elementos básicos a la hora de afrontar una ronda de financiación. El primero es la credibilidad: credibilidad en la configuración legal del proyecto, credibilidad en la capacidad empresarial del proyecto y credibilidad en tu compromiso como emprendedor. Tu presentación debe ser y parecer cierta y coherente. Es muy difícil de conseguir, pero se pierde fácilmente.
El otro aspecto esencial es tener un buen abogado que proteja nuestros intereses. Al fin y al cabo, el inversor que captes en la ronda de financiación se convertirá en socio, y cada parte quiere proteger sus intereses. Como emprendedor en busca de capital, tu abogado debe ayudarte a lograr la financiación mientras retienes todo el control posible sobre la empresa. Además, necesitaréis las mejores condiciones laborales y personales.