A todos nos sorprende e indigna a partes iguales que mientras las grandes multinacionales pagan muy pocos impuestos en España por una actividad que les reporta beneficios astronómicos, el pequeño y mediano empresario tiene que hacer frente a elevados impuestos. En ocasiones, la carga impositiva es tan alta que nos lleva a plantearnos el futuro y la viabilidad de nuestro negocio, pero por suerte hay trucos para tributar menos que podemos aplicar de forma completamente legal y así poder ahorrar en la empresa. Por ello, aquí queremos mostrarte algunas para pagar menos impuestos en la empresa y mejorar nuestros beneficios.
¿Qué hacer para pagar menos impuestos de forma legal?
En primer lugar, hay que tener claros los tiempos. A la hora de presentar la declaración de la renta es difícil encontrar vías de ahorro en los impuestos de la empresa. Sin embargo, con una buena planificación a lo largo del año podremos lograr un importante ahorro tributario. ¿Cómo? Por ejemplo, puedes hacer aflorar ganancias para compensar pérdidas: incluye tus inversiones en la declaración del IRPF para restar el dinero perdido en las inversiones de la empresa. De esta forma se compensa, y solo pagas impuestos por el beneficio real obtenido.
Otro de los trucos para tributar menos es no cobrar dividendos. Puede ser muy tentador, pero ya no están exentos de tributación en la declaración de la renta, los dividendos son ahora un rendimiento de capital mobiliario. Es preferible que la empresa cobre dividendos en forma de acciones. Cierto que tendrás que hacer frente a las obligaciones tributarias igualmente, pero se difiere el pago de impuestos y se gana tiempo. En cualquier caso, pagaras menos impuestos en el año en vigor.
Más allá de la renta, hay que tener en cuenta los trucos para pagar menos por el impuesto de sociedades. Por ejemplo, amortizando los bienes de la empresa, deduciendo pérdidas por deterioro de nuestros créditos, deduciendo gastos por atenciones a clientes y proveedores o deduciendo el deterioro por insolvencia de un crédito adeudo por un ente público. Igual que pasa con el IRPF, en el impuesto de sociedades también podemos compensar las bases imponibles negativas de ejercicios anteriores.
Y hablando de ahorro en el impuesto de sociedades, ¿sabías que creando empleo se pueden obtener deducciones más que interesantes? Al contratar a tu primer trabajador puedes deducir hasta 3.000€, pero si pensamos a más escala nos encontramos con que las plantillas de menos de 50 empleados se pueden deducir la mitad de la cuota íntegra siempre que contraten de forma indefinida con apoyo a los emprendedores. Como deberías saber, hay una serie de deducciones por contratar a personas con discapacidad o por donaciones que también podemos aprovechar.
¿Autónomo o sociedad limitada?
Una de las claves para pagar más o menos impuestos es la constitución legal de la empresa. No es lo mismo ser un trabajador por cuenta propia que ser una sociedad limitada, ya que los autónomos tienen que pagar el IRPF mientras que las empresas como las sociedades limitadas están sujetas al impuesto de sociedades, que ha caído considerablemente en los últimos años. Constituirse como una sociedad implica una serie de gastos, pero a medio y largo plazo es posible que te compense y te permita pagar menos impuestos.
Los autónomos pagan el IRPF, que se tributa de forma progresiva con escalones del 19%, 24%, 30%, 37% y 45% según la base imponible, además de otras circunstancias. En cambio, el impuesto de sociedades tiene un tributo fijo del 25%, aunque hay casos en los que se puede conseguir una deducción. Según tus ingresos y circunstancias (familia, minusvalía, etc.) te compensará más una opción u otra, así que compara las posibilidades porque según la figura que elijas la carga fiscal y los impuestos que pagues serán unos u otros.