Realizamos un análisis detallado de los roles en un equipo de trabajo según el modelo de Belbin, te adelantamos que existen 9 roles diferentes, divididos en altos, medios y bajos. Pero, recuerda que un equipo de éxito no necesariamente debe tener 9 personas estrictamente para asumirlos, muchos perfiles profesionales son capaces de asumir dos o hasta tres roles de equipo. La distribución de los roles de equipo, que cada uno de los miembros del equipo sepa el papel que ocupa y las tareas que debe asumir en el equipo supondrá llevarlo a su máximo potencial.
¿Qué son los roles en un grupo de trabajo?
El significado de rol de trabajo se asocia a una serie de responsabilidades, tareas y a un papel concreto en un entorno laboral. Conocer el rol que desemepeña cada miembro de un equipo es esencial para tener el autoconocimiento sobre sí mismo dentro del organigrama de la empresa.
Distribuir correctamente los roles del equipo de cada persona en un proyecto ayuda a establecer un flujo de trabajo y una dinámica laboral de éxito. En general, los roles de un grupo de trabajo pueden depender del tamaño del grupo, del equilibrio del mismo y de los perfiles profesionales. Como hemos dicho no es necesario tener en el equipo a 9 personas para asumir los 9 roles, es decir que cada persona puede asumir varios roles.
Los roles de la teoría de Belbin confirman la existencia de los 9 roles de equipo principales. En el año 1981 el Dr Belbin publicó la teoría de roles de equipo Belbin. Una teoría que ha cobrado mucha relevancia en el sector de la psicología y que surgió de la comprensión sobre el desarrollo del trabajo de equipo y que tiene como finalidad maximizar el potencial de los personas indvidualmente y grupalmente.
Básicamente su trabajo señala que al identificar los roles de un equipo, un project manager o jefe de área puede emplear tanto las debilidades como las fortalezas de cada miembro y en conjunto a favor del trabajo en equipo.
“Un equipo no es un conjunto de personas adscritas a determinados puestos de trabajo, sino una congregación de personas donde cada uno de ellos desempeña un rol que es comprendido por el resto de miembros. Los miembros de un equipo negocian entre sí el reparto de roles y desempeñan de manera más eficaz aquellos que les son más naturales”
Tipos de roles en un equipo de trabajo
Está claro que cada miembro de un equipo puede aportar unas habilidades y competencias u otras, pero ¿cómo saber cuáles son los roles más productivos? Con la Teoría de Belbin puedes detectar cuales son los roles positivos y negativos en un equipo de trabajo, sigue leyendo y descubre cómo se relacionan entre ellos y cómo puedes identificarlos fácilmente, y las tres categorías en las cuales se dividen:
- Roles mentales: cerebro, monitor evaluador, especialista.
- Roles de acción: impulsor, implementador, finalizador.
- Roles sociales: coordinador, investigador de recursos y cohesionador.
En base a estas categorías se diferencian los siguientes tipos de roles en un equipo de trabajo:
1. Cerebro
Se trata de un papel que se asocia a aquellos perfiles profesionales que son más bien creativos e imaginativos. Es un rol que se centra en generar ideas y en determinar soluciones. Básicamente esta clase de rol en un grupo tiene como objetivo implementar el pensamiento lateral en problemas, para encontrare una solución diferente.
Es un figura que puede evitar el estancamiento o acomodamiento de los demás roles, dado que establece flujos de trabajo diferentes y cambian la forma de hacer las cosas continuamente. Su debilidad más evidente es que puede centrarse demasiado en su rol y no comunicarse lo suficiente. Para establecer los tipos de roles de un equipo de trabajo es tener en cuenta las habilidad y las competencias de cada miembro. En este caso, lo recomendable para comprender a este rol en un equipo de trabajo es darles tiempo, escuchas sus ideas y no ponerle muchos límites. El cerebro forma parte de los roles mentales o los roles medios.
2. Monitor evaluador
De la mano de la seriedad y la estrategia llega otro de los roles mentales de un grupo y que es muy valioso. Su objetivo es analizar las ideas y evaluar la viabilidad de cada una de ellas, para tomar una decisión y es posible que criticar cada una de ellas hasta tomar una determinación. Pueden no inspirar a los demás miembros del equipo y ser muy crítico.
Por la parte positiva, este tipo de rol suele funcionar bien en el trabajo en equipo, mantener cierto liderazgo, negociar y tiene una gran capacidad de análisis. Para evitarlo es indispensable permitir que el monitor evaluador tenga su tiempo para tomar las decisiones y no influir con connotaciones emocionales.
3. Especialista
Con un punto técnico, este tipo de rol en un grupo de trabajo aporta gran cantidad de información sobre un tema concreto, maneja conocimientos en profundidad. En ocasiones, su debilidad es que puede tener problemas para tener una visión más global y más allá de su propia área.
Para gestionar con éxito este rol es interesante mostrar interés por su información y evita que se aisle del equipo y se entierre entre múltiples datos y estudios. La ambición, la curiosidad, la independencia y la capacidad de aprendizaje son algunas de las competencias que debe reunir un rol de especialista.
4. Impulsor
Los roles mentales o roles bajos poseen muchas características, en el caso del impulsor se trata de un papel enérgico que se asegura de que el grupo de trabajo no pierda impulso, suele ser un tanto retador, y por ello algo conflictivo. Sin embargo, suele ser un profesional que responde bien ante la presión, posee iniciativa y un carácter desafiante para alcanzar los objetivos del equipo de trabajo y sus metas.
Este rol de equipo es muy interesante a la hora de gestionar cambios, conducir debates y actividades grupales. El espíritu de competencia, la ambición, la aceptación del riesgo y la flexibilidad cognitiva son algunas de las competencias más claras del impulsor.
5. Implementador
A pesar de que puede ser inflexible, este desempeña un papel práctico, eficiente y es el encargado de pasar las ideas a la acción, crear las tareas y organizar el flujo de trabajo. Gestionan los proyectos de la mano de múltiples herramientas como las plantillas de Excel o los diagramas de Gantt.
Aunque les gusta hacer las cosas a su manera, son reacios a los cambios y pueden estar acomodados pueden ser grandes gestores del tiempo, llevar el trabajo a la practicidad, fiabilidad y cumplir con los tiempos de entrega establecidos.
6. Finalizador
Corregir errores y profundizar en los detalles es la clave de esta clase de rol en un equipo de trabajo según la teoría de Belbin. Aunque tienen dificultades para delegar tareas y pueden excederse en exceso con las preocupaciones, la determinación de sus prioridades puede ayudarles a conseguir sus objetivos con éxito.
La idea de establecer plazos poco realistas o sobrecargarles de trabajo puede suponer una mala gestión en estos casos. La gestión del tiempo, los detalles o la búsqueda de la calidad son algunas de las competencias que posee un controlador de calidad o finalizador.
7. Coordinador
Entre los roles sociales o también denominados los roles altos, destaca el coordinador, un rol que identifica los talentos, sus puntos fuertes, clarifica las metas y delega para que el trabajo salga adelante. En esta línea, es el encargado de definir los objetivos del grupo, tomar algunas decisiones sobre la metodología de trabajo.
Debe ser capaz de establecer seguridad, confianza y trabajar en pro de la sinergia del grupo. Para gestionar este rol con eficiencia es importante darle la oportunidad de sacar el máximo de los demás y de no quitarlas la autoridad. Algunas de sus características profesionales son: la asertividad, la cooperación, la mediación, la madurez y le flexibilidad cognitiva.
8. Investigador de recursos
Este tipo de papel es esencial para extraer el análisis de datos, reportes y estudios. Suele identificarse con los papeles más extrovertidos, comunicativos y que detectan oportunidades entre la profundidad de los datos. En ocasiones pueden resultar muy optimistas, olvidarse de realizar un seguimiento y conocer la evolución de un proyecto. Se encargan de establecer una sintonía y trabajar las colaboraciones del equipo.
9. Cohesionador
Por último, el rol de cohesionador es 100 % perceptivo, diplomático y cooperador. Es el que aboga, entre otros, por la unidad dentro del equipo, mantiene un ambiente de trabajo positivo. La toma de decisiones no es su fuerte. Sus fuertes son la gestión de equipos, la escucha activa, la empatía y la concentración.