En teoría, todos los miembros del equipo de trabajo comparten objetivos y deberían aunar esfuerzos en conseguirlos. Sin embargo, esto no siempre es así ya que muchas veces fallamos a la hora de plantear nuestros objetivos empresariales a la plantilla. Un buen planteamiento de los objetivos hará que todos se sientan comprometidos con el proyecto que tenemos delante, así que habrá que plantear los objetivos de forma efectiva a nuestra plantilla.
A continuación, vamos a ver las mejores estrategias para presentar los objetivos a un equipo de trabajo, de modo que los sientan como suyos y se involucren en su consecución.
1. Todos participan en la selección de objetivos
La democratización empresarial está a la orden del día, y hay que implicar a la plantilla también en la selección de objetivos. De este modo, sentirán las metas como suyas y harán un esfuerzo mayor por su conquista. Será un objetivo personal, y les permite ponerse en nuestra situación para hacerse una idea de lo que tenemos por delante.
La participación de la plantilla en estos procesos también nos permite establecer objetivos realistas, que la plantilla sepa que está capacitada para cumplir ya que cuenta con las capacidades humanes y técnicas adecuadas para ello.
2. Explicar el por qué de cada objetivo
Todas las metas que nos planteemos a la hora de gestionar un equipo de trabajo tienen una razón de ser, y nuestro equipo de trabajo debe tener claro por qué debe cumplir con un objetivo determinado. Si no entienden por qué hay que cumplir con esos objetivos, difícilmente se sentirán identificados con ellos, y no tendrán la motivación para luchar por alcanzar las metas.
Saber por qué hacemos algo es el mejor estímulo para hacerlo, así que además de los objetivos expondremos cómo se beneficiará la empresa y/o el equipo cuando se cumpla el objetivo e incluso las nefastas consecuencias que tendría no alcanzarlos, aunque pasando de refilón por este punto.
3. Son objetivos de la empresa… y personales
Otra estrategia muy efectiva a la hora de presentar los objetivos a nuestra plantilla es relacionar los objetivos de la compañía con los objetivos personales y profesionales de cada miembro del equipo de trabajo. Para ello es necesario que los trabajadores se involucren en la elección de objetivos, pero también deben contar con las herramientas necesarias para alcanzarlos y poder progresar en su carrera profesional.
A partir de los objetivos generales de la empresa podemos desarrollar otros objetivos a pequeña escala para cada empleado que nos ayuden a cumplir con los de la corporación.
4. Objetivos PURE
PURE significa “puro” en inglés, y es el acrónimo de Positively stated, Understood, Relevant y Ethical, cuatro conceptos clave en la presentación de objetivos. Deben ser anunciados en positivo, de modo que señalamos qué queremos, no qué evitar. Un objetivo positivo siempre motiva más que uno negativo.
También serán comprensibles para los trabajadores, si no es así hay que reformular ese objetivo; además de relevantes: deben tener una repercusión directa sobre la empresa y el día a día de los trabajadores. No hace falta decir que serán éticos, o causarán rechazo en la plantilla.
5. Objetivos colaborativos y actualizables
Por último, nos encontramos con que los objetivos deben ser colaborativos, permitir la participación de toda la plantilla en su consecución, y actualizables. Para ello será necesario un seguimiento de su alcance. ¿Los alcanzamos antes de hora? ¿Estamos a años luz de lograr las metas? Hay que hacer un seguimiento que nos permita adaptar los objetivos a la realidad, pero una vez más hay que implicar a la plantilla en el seguimiento.
Para ello, contar con herramientas que les permitan realizar este seguimiento les ayudará a involucrarse todavía más en la consecución de los objetivos, su análisis y el propio seguimiento.