La visión, misión y valores de una empresa son elementos intangibles que constituyen la base de la cultura y el modo de actuar de una empresa. Son esenciales para definir la identidad corporativa y sirven como guía a la hora de tomar decisiones. La simple manifestación de estos elementos y el hecho de que se vivan en el día a día de la empresa, permite construir un sentido de pertenencia. Por ello, puesto que afectan a los diversos núcleos de la empresa, resulta necesario dedicarles tiempo y asegurarse de que son entendidos y compartidos por todos los miembros de la empresa.
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¿Qué es la visión, misión y valores de la empresa?
Aquí podrás entender de forma sencilla en qué consiste estos tres conceptos tan importantes.
Definición de visión
Se trata de una imagen mental del futuro de la empresa. El valor de la visión empresarial reside en que constituye una guía de la empresa hacia ese futurible.
Concepto de misión
Es la razón de la existencia de una empresa. El porqué o razón de ser de la empresa. Por ello, todos las operaciones y objetivos de la empresa han de estar alineadas con su misión.
La misión de la empresa trasciende una determinada situación y puede mantenerse a pesar de las sucesivas transformaciones que comporte el desarrollo de la empresa.
¿Qué son los valores de una empresa?
Los valores corporativos de una empresa son los principios que representan la personalidad de una empresa. Estos principios deben presidir la cultura corporativa, pero también todo tipo de relaciones con terceros.
Cómo elegir la visión, misión y valores de la organización
No resulta fácil determinar cuál de estos conceptos debe definirse en primer lugar. Lo que sí resulta claro es que todos ellos deben estar relacionados.
Elegir los valores
En el caso de los valores, suele recomendarse elegir unos 5 valores. No más de 7. Y antes de elegir los resulta indispensable tener presente a nuestro público objetivo. De entre los valores que caracterizan a la empresa y en los que crean los miembros de la misma, han de elegirse aquellos que resulten especialmente significativos, que sean compartidos por el público objetivo y que diferencien la empresa de la competencia.
No se trata de una elección fácil, pero sí la hacemos correctamente, tendremos bastante camino andado. Sólo con tener en cuenta los valores de la empresa estaremos ya conectando con el target y obteniendo una ventaja competitiva.
También es importante que existan entre ellos prioridades claras. La forma en que se anuncian los valores puede cambiar a lo largo del tiempo, incluyendo las líneas de actuación. Si queremos cambiar algunos valores o aportar nuevas ideas a nuestra personalidad, es imprescindible realizar un plan de comunicación que nos permita trazar una estrategia coordinada que nos lleve del lugar en el que estábamos al lugar en el que queremos estar ahora.
Elegir la misión
Para redactar la misión resulta necesario responder a preguntas como ¿cuál es la razón de la empresa? ¿Por qué se crea?… Se trata de preguntas que entroncan con el núcleo más básico de nuestro cerebro y, por tanto, enlazan con las emociones.
Siempre sin olvidar lo anterior, puede completarse con otras que nos pinten una imagen más realista o actual de la empresa. (¿A qué se dedica la empresa?, ¿Cuál es su público objetivo?, ¿En qué se diferencia de la competencia?…)
Elegir la visión
Frente al anterior, y siempre respetando el por qué, para elegir la visión hay que usar la imaginación para construir la imagen de lo que nos gustaría que fuera la empresa en el futuro.
Para redactarla suele ser útil responder a preguntas como: ¿cuáles son los objetivos o metas de la empresa?, ¿Dónde se quiere posicionar la empresa en el futuro?…
Misión, visión y valores constituyen parte de la imagen corporativa de una empresa
Cuando se habla de imagen corporativa en realidad estamos haciendo referencia la forma en que se percibe una empresa. Por tanto, incluye elementos visuales, pero va mucho más allá. Incluye el componente psicológico y el vínculo emocional que constituyen los valores compartidos y el por qué o significado esencial de la identidad corporativa.
Es imprescindible, antes de crear una empresa, definir cuál va a ser la misión, la visión y los valores corporativos que conformarán nuestra identidad. Además, desde el primer día en que se inicie nuestra actividad empresarial, debemos interiorizarlos y trabajar día a día acorde con esta personalidad definida desde el primer día. En caso contrario, el público tendrá una imagen diferente a la identidad que dice tener la empresa. Esta incoherencia puede ser muy contraproducente para la empresa ya que sus clientes se pueden sentir engañados.