Al ritmo que cambia el mercado de trabajo, no hay nada que se mantenga inaccesible a las transformaciones. ¡Ni siquiera el salario! Nuevos modelos laborales traen consigo novedades en la forma en la que se retribuye al trabajador. Si eres de los que se plantean si te interesa ofrecer retribución flexible a mis empleados, no te pierdas algunas de las claves que te ayudarán a tomar o no esa decisión.
Por retribución flexible se entiende cualquier contrapartida en forma de servicio o bienes que sirve para complementar el salario convencional. También se conoce como retribución en especie. Un concepto que está revolucionando el sector de los Recursos Humanos por su potencial en materias tan sensibles como la política de retención de talento humano que tanto interesa a las empresas.
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¿Por qué ofrecer la retribución flexible en mi empresa?
Sí, lo has leído perfectamente. Uno de los orígenes de la implantación de las retribuciones flexibles fue buscar fórmulas para mantener en la plantilla a aquellos trabajadores que suponen un plus de talento a disposición de nuestro proyecto. Sobre todo, cuando hablamos de ciertos niveles salariales dónde la diferencia entre lo que pueden ofrecer unas u otras empresas no es significativamente relevante. O en tiempos de crisis, dónde es difícil jugar con incrementos económicos.
Entonces entra en juego toda una batería de servicios, derechos o productos que para el empleado suponen un valor añadido. Por eso, ya te empezamos recomendando que sean los propios trabajadores los que colaboren en el diseño de la oferta de retribución flexible de tu empresa. Así te aseguras de incluir lo que realmente les interesa, de forma que quieran apuntarse voluntariamente a esta fórmula.
Si aún no te has convencido de las ventajas de ofrecer la retribución flexible en tu empresa, te resumimos las principales:
- Mejora del clima laboral, sobre todo cuando proporciones elementos que favorezcan la conciliación de la vida familiar, en la línea de seguros médicos privados, cheques guardería o para material escolar, servicios asistenciales de ayuda a domicilio o la tradicional cesta de Navidad.
- Mejora la imagen de la empresa, tanto entre los empleados como externa.
- Fideliza a los trabajadores en plantilla y nos convierte en una opción más atractiva para los talentos disponibles en el mercado laboral.
- No tiene costes económicos añadidos, ya que la mayoría de estos servicios tienen exenciones fiscales para la empresa y para el empleado. Por ejemplo, el citado seguro médico se deduce del Impuesto de Sociedades en 500 euros por trabajador, mientras el beneficiado no tributa por esa misma cantidad en su declaración de IRPF. También están exentos de tributación los cursos de formación y los cheques de guardería. Mientras hay una exención limitada en los vales de comida o las ayudas para transporte.
Cómo se aplica la retribución flexible
Y yendo al terreno de lo práctico, lo que no puedes dejar de considerar es el marco legal y las formas para articular esa retribución flexible. Porque, errores en las nóminas, impuestos y demás materia financiera pueden salirte más caras que las subidas de sueldo.
Piensa que hay una limitación en cuanto al porcentaje que este tipo de complementos pueden representar dentro del conjunto del salario. No es una limitación marcada por una cantidad exacta, si no que nunca puede superar más del 30% del importe del salario bruto del trabajador.
Además, en la nómina tiene que figurar el valor del servicio traducido en dinero. Esas cantidades se tienen que reflejar, a su vez, en la Declaración del IRPF que hacen los asalariados. También tiene que contabilizarse en los finiquitos por despido y a la hora de calcular la prestación por desempleo como parte de la base cotizable.
Tienes tu propia respuesta a la cuestión ¿me interesa ofrecer retribución flexible a mis empleados? Ahora es momento de comprobar si has acertado.