[easy-social-share buttons="facebook,twitter,google,linkedin" counters=0 style="icon"]
¿Hasta qué punto es importante la gestión ambiental en una empresa? Puede ser la pregunta que se hagan frecuentemente los responsables de muchas empresas, que ven en la gestión ambiental uno de los primeros capítulos en los que recortar cuando hay que apretarse el cinturón. La gestión ambiental de una empresa son las acciones o medidas que se toman a favor del medio ambiente, y tiene una importancia capital para la compañía, ya que una correcta gestión ambiental refuerza la imagen de la empresa.
Hay consecuencias mucho más allá de esa buena imagen corporativa que nos da. La gestión ambiental nos debería ayudar a ahorrar recursos y racionalizar su uso, además de hacernos cumplir con la normativa de protección del medio ambiente, lo que nos permitirá evitar sanciones por no cumplir con esas obligaciones medioambientales. Este es un beneficio económico muy importante, ya que si nos sancionan por no cumplir con esos requisitos verdes podemos quedarnos fuera de programas de ayudas y subvenciones.

Imagen: Imagine Photographer || Shutterstock
Cada vez son más las empresas que han apostado por la gestión ambiental y el desarrollo sostenible, una búsqueda de soluciones que ha convertido al medio ambiente en una fuente de negocio desde un punto de vista más sostenible. Si hasta no hace mucho las empresas crecían a costa del medio ambiente, ahora lo hacen de la mano de un medio ambiente que se ha convertido en una fuente de oportunidades de negocio y creación de empleo. El medio ambiente ha pasado de ser un estorbo o un daño colateral al punto de partida.
No podemos olvidar que lo verde vende, es un plus capaz de llegar al consumidor de forma mucho más efectiva que cualquier campaña de publicidad. Ya fuera del ámbito económico, una correcta gestión ambiental empresarial nos permite reducir el impacto ecológico de nuestra actividad empresarial en la mayor medida posible. Está claro que el impacto 0 es prácticamente algo utópico, pero sí que nos permite reducirlo tanto como podamos a partir de una serie de técnicas o estrategias de protección ambiental que pondremos en marcha.
Una buena gestión ambiental nos permitirá, entre otras cosas, reducir la contaminación del aire o el agua y reducir los efectos del efecto invernadero y de la destrucción de la capa de ozono. Otro punto a favor de una buena gestión ambiental la reducción del ruido urbano. La contaminación acústica también está ligada a la gestión ambiental, y un entorno sin ruidos nos permite mejorar la calidad de vida de personas y animales, los mismos efectos que cualquier medida introducida relacionada con el medio ambiente.
Aunque la actividad industrial y económica en los países desarrollados está más que regulada, hay que tener en cuenta las desastrosas consecuencias de una mala gestión ambiental. Cualquier organización que recurra a la explotación de los recursos naturales de su entorno le estará haciendo un flaco favor al medio ambiente, y por mucho esfuerzo que ponga en su gestión ambiental no tendrá ningún efecto sobre el medio ambiente, ya que no contrarrestará el daño que haga.
Es más, una gestión ambiental dedicada a compensar los daños causados por la actividad de una empresa nunca será una correcta gestión ambiental. El objetivo debe ser reducir el impacto de tu actividad sobre el medio ambiente, mejorar la sostenibilidad y encontrar nuevas oportunidades de negocio que respeten el entorno. Todo lo que no vaya en ese sentido supondrá una mala gestión ambiental, en la que el gran perjudicado será el medio ambiente y, de rebote, el conjunto de la sociedad, en especial en las cercanías de la empresa.
Para mejorar tu gestión ambiental, te recomendamos que conozcas los mejores consejos para que tu empresa sea más sostenible y, conseguir crear valor económico con tu actividad, además de aportar un valor ambiental al entorno en el que te encuentras. >
¿Por qué es importante la gestión ambiental de las organizaciones?
Hay consecuencias mucho más allá de esa buena imagen corporativa que nos da. La gestión ambiental nos debería ayudar a ahorrar recursos y racionalizar su uso, además de hacernos cumplir con la normativa de protección del medio ambiente, lo que nos permitirá evitar sanciones por no cumplir con esas obligaciones medioambientales. Este es un beneficio económico muy importante, ya que si nos sancionan por no cumplir con esos requisitos verdes podemos quedarnos fuera de programas de ayudas y subvenciones.

Imagen: Imagine Photographer || Shutterstock
Cada vez son más las empresas que han apostado por la gestión ambiental y el desarrollo sostenible, una búsqueda de soluciones que ha convertido al medio ambiente en una fuente de negocio desde un punto de vista más sostenible. Si hasta no hace mucho las empresas crecían a costa del medio ambiente, ahora lo hacen de la mano de un medio ambiente que se ha convertido en una fuente de oportunidades de negocio y creación de empleo. El medio ambiente ha pasado de ser un estorbo o un daño colateral al punto de partida.
No podemos olvidar que lo verde vende, es un plus capaz de llegar al consumidor de forma mucho más efectiva que cualquier campaña de publicidad. Ya fuera del ámbito económico, una correcta gestión ambiental empresarial nos permite reducir el impacto ecológico de nuestra actividad empresarial en la mayor medida posible. Está claro que el impacto 0 es prácticamente algo utópico, pero sí que nos permite reducirlo tanto como podamos a partir de una serie de técnicas o estrategias de protección ambiental que pondremos en marcha.
Una buena gestión ambiental nos permitirá, entre otras cosas, reducir la contaminación del aire o el agua y reducir los efectos del efecto invernadero y de la destrucción de la capa de ozono. Otro punto a favor de una buena gestión ambiental la reducción del ruido urbano. La contaminación acústica también está ligada a la gestión ambiental, y un entorno sin ruidos nos permite mejorar la calidad de vida de personas y animales, los mismos efectos que cualquier medida introducida relacionada con el medio ambiente.
Consecuencias de una mala gestión ambiental empresarial
Aunque la actividad industrial y económica en los países desarrollados está más que regulada, hay que tener en cuenta las desastrosas consecuencias de una mala gestión ambiental. Cualquier organización que recurra a la explotación de los recursos naturales de su entorno le estará haciendo un flaco favor al medio ambiente, y por mucho esfuerzo que ponga en su gestión ambiental no tendrá ningún efecto sobre el medio ambiente, ya que no contrarrestará el daño que haga.
Es más, una gestión ambiental dedicada a compensar los daños causados por la actividad de una empresa nunca será una correcta gestión ambiental. El objetivo debe ser reducir el impacto de tu actividad sobre el medio ambiente, mejorar la sostenibilidad y encontrar nuevas oportunidades de negocio que respeten el entorno. Todo lo que no vaya en ese sentido supondrá una mala gestión ambiental, en la que el gran perjudicado será el medio ambiente y, de rebote, el conjunto de la sociedad, en especial en las cercanías de la empresa.
Para mejorar tu gestión ambiental, te recomendamos que conozcas los mejores consejos para que tu empresa sea más sostenible y, conseguir crear valor económico con tu actividad, además de aportar un valor ambiental al entorno en el que te encuentras. >