¿Son efectivas las medidas que hemos puesto en marcha en nuestra empresa para proteger el medio ambiente? Es la pregunta que se hacen los responsables de la gestión ambiental de muchas empresas, que han hecho un gran esfuerzo para introducir estas medidas y que necesitan un método para conocer su eficiencia y los efectos reales que tienen sobre el medio ambiente. Y para ello, una de las herramientas más útiles que tenemos es la realización de una auditoría ambiental para empresas.
¿Qué es una auditoría ambiental?
La auditoría ambiental es un proceso con el que se pretende conseguir un análisis detallado y relevante que permita controlar, planificar y corregir las actividades de la empresa que sean comprometedoras con el medio ambiente. La pueden llevar a cabo tanto un responsable elegido por la propia empresa como una consultora externa, siempre que el responsable de la auditoría tenga los conocimientos necesarios para ello. Debe ser una persona imparcial y objetiva para que la auditoría sea lo más realista posible.

Entre los objetivos de la auditoría ambiental encontramos el análisis de la adecuación del sistema de gestión ambiental a los estándares fijados por la norma ISO 14001, la determinación del nivel de cumplimiento de los diferentes procesos y acciones incluidas en el propio sistema de gestión ambiental, la verificación de los departamentos de la empresa que participan en este proceso y una evaluación del sistema de gestión ambiental para chequear su ajuste a la ley o la consecución de objetivos.
Así, vemos que la auditoría nos indica si estamos cumpliendo o no con ese objetivo, pero también nos puede enviar señales de alerta cuando algo falla. Por ejemplo, si la auditoría desvela una serie de desviaciones en la consecución de los objetivos medioambientales de la empresa, podemos adoptar las medidas necesarias para corregir el problema. También podemos utilizarla para aplicar cambios en las medidas que sean menos eficientes, y quizá nos ayude a detectar esas áreas o aspectos en los que podemos mejorar nuestra gestión ambiental. Por ejemplo, nos puede ayudar a conseguir que nuestra empresa sea más sostenible y nuestra actividad tenga el menor impacto posible en el entorno.
¿Cómo hacer una auditoría ambiental?
Ya sea en una gran empresa o una auditoría ambiental para pymes, este tipo de auditoría cuenta con 7 fases, aunque según el objetivo previsto pueden cambiar. En cualquier caso, empezamos con la planificación de la auditoría, donde de es imprescindible elegir al auditor (interno o externo) y establecer el método que utilizaremos para realizar la auditoría. A continuación pasamos al previo de la auditoría, entregando al auditor toda la documentación necesaria sobre nuestro sistema de gestión ambiental, objetivos, requisitos legales, etc. Incluso puede visitar la empresa, si es externo.
Con cierta antelación hay que notificar la realización de la auditoría ambiental, de forma que quede constancia del día y hora en que se realizará y del alcance que tendrá la auditoría. En la sesión de apertura de la auditoría se establecen las reglas y metodología definitivas a aplicar. Es algo que se puede acordar en las reuniones previas, y pueden intervenir miembros tanto del equipo auditor como del de la empresa. A continuación pasamos al desarrollo de la auditoría, donde la persona o personas elegidas evalúan el sistema de gestión ambiental y el impacto medioambiental de la compañía.
Finalizado el proceso, hay que cerrar la auditoría. Para ello se realiza una primera comunicación de los resultados y de posibles medidas a adoptar tanto a los responsables de la empresa como a los de los departamentos que se han auditado. Por último,se realiza un informe de la auditoría ambiental, un documento donde el auditor detalla los resultados obtenidos. En este informe final no pueden faltar las observaciones y datos relevantes recogidos en el proceso para que quede constancia y se puedan comparar con los resultados de otras auditorías, ya sean pasadas o futuras.