5 Ideas de negocios rentables en temporada baja

Pau Sisternas

El verano y la llegada de turistas generan el contexto ideal para emprender en el sector turístico. Sin embargo, el turismo es un sector altamente estacional, y las diferencias entre la temporada alta y la baja están muy marcadas. En el mejor de los casos, podremos alargar la temporada alta desde la Semana Santa hasta el puente de octubre, siendo julio y sobre todo agosto los meses donde más vamos a facturar. Pero con la excepción de Navidad o puentes, ¿qué hacemos el resto del año? Por eso, para crear una empresa podemos buscar negocios no estacionales, o ideas de negocios rentables en temporada baja que también sean rentables fuera de temporada como el turismo rural o el cuidado de mascotas.




Qué negocio montar que funcione en temporada baja

Ejemplos de negocios para la temporada baja

A diferencia de las ideas de negocios que puedes montar en la playa, en estos casos buscamos una idea que se mantenga todos los meses del año y que no sólo tenga vida en los meses más estivales del año. Presta atención y descubre los mejores negocios para montar en temporada baja:

  1. Hostelería: uno de los primeros negocios en los que pensamos cuando hablamos de negocios de temporada es la hostelería. Heladerías, bares y restaurantes pueden ser altamente rentables en los meses de verano, pero cuando se van los turistas tienen dificultades. Aun así, se pueden reconvertir el resto del año. Aunque haya menos población, sigue habiendo una bolsa de clientes dispuestos a ir a tomar algo o comer. La hostelería lo tiene realmente fácil para reinventarse, desde haciendo negocios take away o negocios de delivery.
  2. Alquiler de bicicletas o material deportivo: una de las mejores ideas de negocio en temporada baja son las tiendas de bicis o material deportivo que el ticket medio suele ser alto. Si bien es cierto que habrá menos visitantes, también hay turismo deportivo de invierno. Es más, en la costa mediterránea casi apetece más salir en bici en febrero que en agosto. Podemos disfrutar con la bici de los colores del otoño o la primavera, e incluso organizar excursiones. Otras alternativas son las tablas de surf o padle surf y neoprenos o material de buceo para disfrutar del fondo marino sin la multitud de bañistas.
  3. Turismo de aventura: una situación similar tenemos con el turismo de aventura. Del mismo modo que en verano los turistas apostarán por las actividades en el mar, en la temporada baja podemos apostar por la temporada de interior. Un parque multiaventura, actividades como las tirolinas o incluso el rafting pueden ayudar a dinamizar la economía local, atrayendo visitantes. Ciclismo de montaña, escalada, rappel, alpinismo o la pesca recreativa son alternativas de temporada baja a tener en cuenta.
  4. Turismo rural: a priori, el turismo rural es una de las opciones menos estacionalizadas. Es cierto que nuestro pico de actividad coincidirá con la Semana Santa o puentes como el de diciembre, por no hablar del verano; pero también es propicio para las escapadas de fin de semana. Encuentros entre amigos o celebraciones son la excusa perfecta para alquilar una casa rural. Además, puedes aprovechar fechas señaladas como San Valentín, carnaval o los festivos locales para sacarle una mayor rentabilidad al negocio.
  5. Cuidado de mascotas: este es un nicho de mercado rentable no sólo en temporada alta, cada vez son más las familias que optan por dejar a sus mascotas en centros especializados para que disfruten del mejor cuidado. Pero no siempre podemos ocuparnos de nuestros amigos de cuatro patas cuando estamos en casa. Por eso, un negocio de cuidado de mascotas puede ser rentable también en temporada baja. Paseo de perros, peluquería o incluso cuidar a los animales cuando sus dueños tienen que marcharse de viaje, ya sea por trabajo o por placer.

Una de las claves para que tu negocio triunfe también en la temporada baja es diversificar nuestra oferta. Cuanto mayor sea, más opciones hay de que siga habiendo demanda cuando se vayan los turistas.

La capacidad para adaptarnos a la realidad también implica un mayor control del gasto. Lo malo es que quizá tengas que prescindir de alguno de los empleados, y eso nunca es agradable; si bien es cierto que podemos aprovechar estos meses de menos carga para disfrutar del descanso que nos hemos ganado. Intentar alargar al máximo la temporada alta y ofrecer promociones de temporada baja puede ser de gran ayuda.

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