No importa el tamaño de tu negocio como tampoco sus particularidades o el sector al que pertenezca. Toda empresa necesita el establecimiento de contratos mercantiles para poder sobrevivir. Aunque generalmente este tipo de acuerdos se firman entre clientes y proveedores, también es posible firmarlos con empresas cuyos servicios se necesitan de manera ocasional.
Sin embargo, cada vez es más habitual comprometerse con otras empresas para trabajar conjuntamente. En estos casos, es conveniente firmar un contrato mercantil con una cláusula de exclusividad. A continuación, encontrarás las características básicas de los contratos de exclusividad y un modelo que te servirá de guía para crear uno personalizado.
Características básicas del contrato de exclusividad
Como ya hemos adelantado, el contrato de exclusividad sirve para acordar una serie de condiciones entre dos o más empresas que se necesitan mutuamente. Este tipo de contratos incluyen una cláusula por la que una de las partes se compromete a no realizar trabajos o tareas específicas para terceros. A cambio, recibe algún tipo de compensación o ventaja.
Otra característica del contrato de exclusividad es que puede ser bilateral, es decir, puede afectar a todas las partes implicadas en el contrato dependiendo siempre de la razón del acuerdo y las relaciones que se establezcan entre las organizaciones. Además, en el acuerdo se debe contemplar el área concreta del negocio, el producto o la zona geográfica sobre los que va a surtir efecto.
Por ejemplo, si eres una empresa que se dedica a la venta, puedes firmar una cláusula que te otorgue el derecho a vender, de manera exclusiva, un determinado producto en una zona específica durante un número determinado de años.
Ventajas e inconvenientes de los acuerdos de exclusividad
¿Quieres firmar un contrato de exclusividad con otra empresa? Entonces te interesará conocer las ventajas que ofrece este tipo de acuerdos, entre las que destacamos las siguientes:
- Refuerza el compromiso entre ambas partes: las empresas que firman este acuerdo dependen la una de la otra para alcanzar las metas establecidas. En el caso de un comercio, el mayorista dependerá del minorista para vender su producto. Sin embargo, el minorista también depende de esa marca y de ese producto/servicio para poder subsistir.
- Facilita la consecución de los objetivos establecidos. Cuando la empresa contratada conoce a su cliente, le es más fácil trabajar con y para él, puesto que conoce sus gustos y sus necesidades.
- Otorga mayor seguridad y confianza a ambas partes. La parte contratante adquiere los servicios de un profesional que le dedicará su tiempo y conocimientos de manera exclusiva, mientras que la contratada tiene el respaldo de una gran empresa.
Por contra, también es interesante valorar los inconvenientes de un contrato de exclusividad, especialmente para la empresa contratada. En este sentido, es posible que las condiciones establecidas no sean realmente beneficiosas, por lo que debes estudiar el mercado, analizar los pros y los contras del contrato y valorar qué si te conviene realmente para no poner en riesgo tu negocio.