Cualquier empresa tiene dos tipos de consumidores: el destinatario final u otra empresa, a la que ofrece un servicio determinado o que funciona como intermediaria. Hoy vamos a conocer un poco mejor el primer modelo, lo que se llama B2C o business to consumer: el modelo donde cualquier empresa ofrece directamente sus productos o servicios al destinatario final. Sin intermediarios.

Qué es el modelo B2C
El modelo B2C a diferencia de B2B hace referencia precisamente a la venta directa de productos o servicios a los clientes. En un eCommerce podemos encontrarnos con otros actores que se encargan de la venta, promoción o transporte, pero la empresa original es la que fabrica el producto u ofrece sus servicios al cliente. El modelo B2C tiene diferentes versiones:
- B2C directo: hay una tienda, física u online, a la que el cliente va a comprar
- B2C por intermediarios: la empresa vende online mediante una web o plataforma externa que se ocupa de llegar a los clientes, facilitar los medios de pago o el envío a domicilio
- B2C por suscripción: la empresa tiene unos planes de pago, y ofrece a los clientes sus productos o servicios en función de dicho plan de pago
Características del B2C
Entre las características del B2C destaca la interacción directa con el consumidor. Para facilitarla, la organización desarrolla una estructura que facilite al usuario encontrarla. Web, perfiles en redes sociales o el directorio de Google o el servicio de atención al cliente son un ejemplo de ello.
Hay un factor emocional, pues el cliente compra para sí mismo. Explotarlo es clave para el negocio B2C.
Otra de las principales características del B2C es la elevada competencia. Internet no ha hecho más que aumentar la competencia, lo que dificulta la fidelidad de los clientes.
El auge de las compras en línea también ha implicado que cada vez sea más importante indicar las especificaciones técnicas del producto, así como las condiciones y garantías postventa antes de vender un producto que el consumidor muchas veces no ve hasta que lo recibe.
Ejemplos de business to consumer
Podríamos decir que la panadería, la ferretería o la frutería de tu barrio son negocios B2C, pues nos ofrecen sus servicios a nosotros como consumidor final. Sin embargo, este concepto se asocia más a negocios online. Vamos a ver 4 ejemplos de negocio B2C muy conocidos por todo el mundo.
Amazon
Es el marketplace B2C por excelencia. Aunque originalmente su modelo de negocio era la venta de libros online, ha evolucionado hasta convertirse en un actor B2C global. Las empresas venden sus productos al consumidor final, y Amazon actúa como intermediario. Es el segundo modelo de los que hemos visto antes. Aliexpress o Zalando pueden ser ejemplos similares al de Amazon.
Spotify
Otro ejemplo de empresa B2C es el gigante sueco de la música en streaming. Ofrece un servicio básico a sus clientes de forma gratuita, pero si estos quieren eliminar los anuncios o acceder a funciones premium tendrán que suscribirse. Modelos parecidos ofrecen Netflix, HBO, Diseny+, DAZN o incluso YouTube Premium: el usuario elige el plan de pago dentro del plan freemium según los contenidos.
Inditex
El coloso del retail de Amancio Ortega es otro ejemplo de empresa B2C que todo el mundo conoce. En él, se combina la venta directa al consumidor individual de ropa desde las tiendas físicas de sus marcas (Zara, Massimo Dutti, Stradivarius, Oysho, Pull&Bear, Bershka), pero también mediante las tiendas online.
Mercadona
Acabamos con un ejemplo de empresa B2C donde el negocio físico manda, aunque también cuenta con tienda online. La cadena de supermercados de Juan Roig se ha consolidado mediante un ritmo de crecimiento sostenido y sus marcas blancas (Hacendado, Deliplus, Bosque Verde). Además del B2C, trabaja el B2B con sus proveedores.