Un trabajador tóxico es una de las peores cosas que le pueden pasar a tu empresa. En realidad, todos hemos sido tóxicos en algún momento puntual de nuestra trayectoria pero una cosa es ser tóxicos de forma puntual y otra día tras día.
Y ahí está el verdadero peligro para las empresas, trabajadores que intimidan y amedrentan a sus compañeros o subalternos, empleados que generan un mal ambiente de trabajo, lo que redundará en una pérdida de la productividad empresarial. Por eso, hay que saber actuar ante los trabajadores conflictivos.
Identificar cuanto antes a los trabajadores tóxicos
Para poder responder ante los empleados conflictivos, lo primero de todo será identificar las conductas tóxicas que se repiten con el paso del tiempo. Esto es lo que nos ayuda a diferenciar los momentos de toxicidad puntuales de aquellos trabajadores con una conducta peligrosa para los intereses de la empresa. Dentro de estos últimos, también deberíamos tratar de descubrir las razones que pueden llevar a un trabajador a perjudicar a su propia empresa, ya que muchas veces la conflictividad se debe a que no ocupa el puesto que le debería.
Así, un trabajador que ha sido ascendido por antigüedad y no por méritos puede desarrollar conductas tóxicas para tratar de imponerse ante unos subalternos mucho más capacitados que él; un empleado cuyo rol ha cambiado con ayuda de reclutamiento interno a uno que no domina puede volverse tóxico.
Más allá de problemas profesionales, los problemas personales de cada trabajador también pueden generar conflictos a su alrededor. La ayuda individual hará que modifiquen esas conductas y dejen atrás la toxicidad, de modo que vuelvan a ser trabajadores perfectamente válidos y adaptados a su puesto de trabajo.
Estrategias para neutralizar a los empleados tóxicos
El problema llega cuando un empleado es conflictivo per se y no hay una razón que justifique su conducta. Cuando detectamos estos comportamientos nocivos es muy importante afrontar cuanto antes la situación.
1. Mantener una conversación cara a cara
Para ello mantendremos una conversación cara a cara con el trabajador afectado en la que le expondremos la situación. Es imprescindible contar con información veraz y contrastada que nos permite reforzar nuestra posición. Hay que dar hechos, no opiniones, y demostrar cómo su conducta perjudica la productividad de la empresa.
2. Formar al trabajador
Quizá esta conversación nos sirva para conocer la causa de la toxicidad. Puede ser que la falta de habilidades sociales sea lo que hace de esa persona un trabajador conflictivo. En ese caso, habrá que formar al trabajador para que adquiera esas habilidades necesarias para el desempeño de su trabajo mediante un plan de formación personalizado.
3. Intentar encontrar la causa de su frustración
Otra posibilidad es que simplemente estén quemados, frustrados o desmotivados. Habrá que analizar su situación y evolución, a la vez que fijamos pequeños objetivos para que cambien de comportamiento y le hagan recuperar la motivación laboral.
4. Apostar por el salario emocional personalizado
No solo es un buen método para atraer talento humano a tu empresa, sino también dentro de ella. Cuestiones como la rotación de puestos, la flexibilidad horaria o la retribución variable según el resultado nos pueden ayudar a lidiar con los trabajadores tóxicos. Es lo que se conoce como salario emocional. Asimismo, el cambio de puestos puntual nos sirve para hacer frente a la desmotivación y evitar que los trabajadores se acomoden. La retribución por resultados sirve como incentivo que reconoce la productividad de cada trabajador, de ahí que haya que personalizarlas y valorar más a los trabajadores productivos que a los tóxicos o conflictivos, con un rendimiento menor.
5. Sancionar las conductas más tóxicas o conflictivas
Finalmente, hay que tener en cuenta la posibilidad de sancionar las conductas tóxicas o conflictivas. Una amonestación, sin implicación monetaria pero de carácter público, será el primer aviso a ese trabajador tóxico de que debe cambiar su comportamiento. Además, sirve para reforzar la motivación de tu equipo.
En los casos más extremos, podemos llegar al despido de los trabajadores tóxicos, la decisión final. En realidad, es un fracaso de quien ha sido incapaz de reconducir la situación pero también será lo mejor para la empresa, donde mejorará el ambiente de trabajo.