Cuando comercializamos un producto en la empresa debemos saber cuáles son las características que lo definen. Son características de un producto las particularidades de este que forman parte de la oferta. Ya se trate de características reales o percibidas por el consumidor. En este sentido, podemos señalar las características técnicas de un producto o las generales como el envase, el diseño o el precio.
¿Qué características deben definir a los productos?
En primer lugar, deben de tenerse en cuenta los componentes del producto, los requerimientos a cumplir de la normativa vigente, y, en su caso, los que dicten las costumbres sociales o religiosas.
La presentación, con sus distintas adaptaciones de tamaño, color, estilo… Juega un papel muy importante en la percepción que el consumidor tiene de un determinado producto. A veces el color del producto se usa para reforzar las características de la marca en cuestión.
Las características funcionales están relacionadas con los usos del producto y los métodos de operación. En este sentido, nuevas posibilidades de uso pueden expandir la potencialidad de un producto. A veces, los distintos usos pueden percibirse en el comercio internacional, observando la utilización de los mismos en distintas zonas geográficas o países.
Las funcionalidades pueden cambiar según los mercados. De ahí, la importancia de la estandarización de los productos.
Las características, como los atributos del producto, pueden también clasificarse en físicas, funcionales y psicológicas. Y se distinguen de los atributos, porque una modificación en una característica, produce un cambio en el producto, pero no un producto diferente, o que sea susceptible de comercialización independiente. Además, las características de un producto pueden ser generales o técnicas.
Características generales de un producto
Se trata del conjunto de aspectos que pueden reflejarse en la infografía de un producto, se incorporan al producto como por ejemplo el nombre del producto y que tienen por objeto cubrir las exigencias del consumidor. Las características pueden ser tangibles e intangibles según que puedan o no percibirse por los sentidos.
Dentro de las características tangibles o de los ejemplos de características generales de un producto están:
- El núcleo
- El precio
- El diseño
- El envase
- El etiquetado
Dentro de los ejemplos de características intangibles puede hablarse de:
- La calidad, que se define en función de la comparación de las características básicas del producto con los estándares y/o los productos de la competencia.
- Las marcas o signos distintivos, que permiten identificar el producto y distinguirlo de los idénticos o similares de la competencia.
- La imagen corporativa, que constituye el reflejo de la información recibida sobre el producto en la mente del consumidor.
- Los servicios constituyen también valores añadidos al producto y permiten diferenciarlo de otros.
Características técnicas de un producto
Cuando se habla de características técnicas se hace referencia a la forma en que aparecen en las características reflejadas en una ficha técnica de producto, y que, en la mayoría de los casos, no son completamente entendidas por el consumidor medio.
Por ejemplo, características generales de un producto como ser pastoso, de aspecto uniforme y color pardo oscuro, podrían ser descritas como características técnicas de la siguiente manera: Densidad a 20 °C: 0.95 – 1’05 g/cm³. Viscosidad a 20 °C. XXX RVT, husillo 6, 100 r.p.m., 3-25 poises.
Características de un servicio
Se trata de la descripción de los elementos esenciales de aquellos servicios que forman parte integrante del paquete ofertado al vender un producto concreto. Hablamos de reparaciones, piezas, personal especializado.
Estas características se enfrentan, además, en el caso de que el producto se comercialice a nivel global, con variaciones de uso. Y, por tanto, a la necesidad de variar también los servicios ofertados. Un ejemplo ilustrativo puede ser que en Arabia Saudita se usan barredoras de arena que, originariamente, exportadas desde EE. UU. se crearon para barrer nieve.
En definitiva, las características de un producto son los elementos o particularidades del mismo que lo definen, y, por tanto, permiten distinguirlo de otros productos. Por ello, resultan esenciales a la hora de realizar la labor primordial para enajenar un producto, es decir, lograr que los consumidores lo vean de un modo distinto, ya se compare con productos del mismo género o sustitutivos.
Diferencia entre producto y servicio