La lucha para proteger el medio ambiente y contra el calentamiento global dicen mucho de una empresa. El crecimiento económico de nuestra sociedad y la industrialización supusieron un grave daño para el medio ambiente, algo que se repite a día de hoy en los países en vías de desarrollo. Pero el desarrollo económico no debería suponer prejuicios para el medio ambiente, así que desde la gestión ambiental de tu empresa puedes fijar unos objetivos medioambientales y aportar vuestro granito de arena en la protección del planeta.
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La Norma ISO 14001:2015
Cada cierto tiempo, generalmente de forma anual, la empresa debería fijar sus objetivos ambientales y valorar si hasta el momento se ha cumplido con ellos. En este sentido, la Norma ISO 14001:2015 apareció para ofrecernos unas líneas maestras a partir de las que podemos diseñar unas políticas de empresa relacionadas con el medio ambiente. Según esta normativa, la política ambiental debería poder medirse y seguirse, y todos los trabajadores deberían conocer y comprender los objetivos verdes de la empresa.
Así, dentro de los objetivos medioambientales deberían figurar el objetivo, las acciones que vais a hacer, los recursos humanos, materiales y económicos necesarios y el plazo para cumplir con ese objetivo. Una vez lleguemos a la fecha de finalización hay que evaluar los resultados, aunque cada cierto tiempo haremos un análisis de seguimiento. También debes tener claras las prioridades en las acciones medioambientales, ya que por muchas medidas que queramos tomar no siempre las puedes llevar todas a cabo.
¿Cuáles deben ser los fines de una empresa para mejorar el medio ambiente?
El abanico de fines y acciones que puede llevar a cabo nuestra empresa para mejorar el medio ambiente es muy grande, y el sector al que pertenezca la empresa será clave. Al fin y al cabo, no es lo mismo una empresa que se dedica a la construcción que una asesoría o una clínica dental, cada uno tendrá sus objetivos y sus posibilidades a la hora de ayudar al medio ambiente. Aún así, hay una serie de objetivos generales que podemos utilizar como punto de partida para establecer los objetivos medioambientales.
Dos de los objetivos estrella son la reducción del consumo de papel y de electricidad. Para reducir el papel que utilizamos en el trabajo tenemos alternativas como utilizar impresoras de doble cara o un papel de menor densidad. Como no, puedes reutilizar el papel para tus borradores, y sobra decir que instalaremos papeleras específicas para el papel, igual que haremos para los plásticos o incluso para el vidrio. El hecho de reciclar, reutilizar y optar por el uso de materiales reciclados ayuda a lograr los objetivos ambientales de tu empresa.
La reducción del consumo eléctrico no solo ayudará al medio ambiente, también es interesante desde el punto de vista económico. Entre las medidas que podemos introducir, están la sustitución de equipos o bombillas por otros más eficientes, lo que podría ser un excelente punto de partida en nuestro objetivo. En este sentido, podemos hablar también del uso del aire acondicionado y la calefacción: hay que hacer un uso racional, mantener una temperatura ideal y no abusar de ellos, lo que aumenta la emisión de CO2 y perjudica la salud de los trabajadores.
También es interesante calcular la huella de carbono e intentar reducirla, ya sea recurriendo a las energías limpias o con otras medidas como fomentar el uso del transporte público o compartido entre los trabajadores, introducir la iluminación LED en la oficina, apostar por los productos locales cada vez que organices una reunión o tengas que agasajar a un cliente o reducir el consumo de agua. Con medidas como estas reducirás la huella de carbono, y estarás más cerca de cumplir los objetivos medioambientales.
Como vemos cada empresa debe marcarse sus propios objetivos medioambientales en función de su actividad y sus posibilidades. Sin embargo, es necesario que poco a poco se vayan cumpliendo algunas de la metas que nos permitan asegurar los recursos que adquirimos de la naturaleza por mucho tiempo. Estos no dejan de ser una parte de los objetivos empresariales que se van definiendo año tras año, por lo que debemos tenerlos en cuenta constantemente.