Empresario o emprendedor está claro que todos comparten el objetivo de triunfar con su proyecto. En el panorama actual, globalizado y con cambios constantes, no parece que las recetas del pasado tengan la eficacia que se necesita. Contar con la posibilidad de consultar a expertos en las distintas áreas que intervienen en la actividad empresarial es lo que se consigue recurriendo a los diferentes tipos de asesorías que existen.
Aparca esa idea de que no estás para gastos extras y, por tanto, que no te puedes permitir contratar asesorías para tu empresa. ¡Tómatelo como una inversión! Y, si seleccionas bien lo que más te interesa, además los resultados van a llegar en el corto plazo.
Clases de asesorías para empresas
Como te recomendamos siempre antes de tomar cualquier decisión que afecte a tu negocio, lo primero es sentarte a analizar tus prioridades y las flaquezas de tu empresa. Una vez detectados tus “agujeros negros” es el momento de la acción. No es lo mismo que haya que optimizar la productividad que tener que mejorar tu posicionamiento de mercado. Ni que estés perdido en el caos de los distintos contratos laborales que necesitar nuevas vías de financiación.
En fin, que tal variedad de situaciones se traduce en una oferta de asesorías para empresas proporcional. Estos son los principales tipos de asesorías con las que podrías contar:
- Asesoría financiera. Probablemente el más conocido de estos servicios. Se puede enfocar de manera general para la orientación en todo lo relacionado con el análisis de tu economía empresarial, o sea, cómo llevar mejor tus cuentas. Pero, también proponiéndote nuevos caminos para tomar nuevas decisiones, desde planes de expansión viables a proyectos de inversión, externalización de servicios u optimización de las unidades operativas.
- Asesoría fiscal. Hemos querido darle un espacio propio en lugar de incluirla como una parte de la asesoría financiera dada la relevancia que para cualquier negocio tiene el tema de la relación con las arcas públicas. Sin dejar de cumplir con tus obligaciones fiscales, es interesante contar con la ayuda de un experto en tributación para sacar el máximo partido de todas las opciones que existen en materia de impuestos para una empresa.
- Asesoría administrativa. En este caso se trata de contar con colaboración para sobrevivir entre la montaña de papeles y documentos que debe manejar un empresario. Poner orden, priorizar por la trascendencia, archivar de forma racional y, sobre todo, planificar para que todos los trámites se realicen en el plazo legal, son sólo una parte de las mejoras que vas a notar,
- Asesoría jurídica. El consejo de expertos en temas legales debe ser de los primeros que contratemos. Esencial en el momento de los primeros pasos para la constitución de nuestra empresa, la regularización de nuestros bienes, la forma jurídica que adquiramos, o el manejo de los contratos de financiación. Pero, es que no podemos permitirnos el lujo de prescindir de asesoramiento legal en temas laborales, de conflictos con la competencia, de contratos mercantiles o hasta con nuestros proveedores de suministros básicos.
- Asesoría laboral. Poco hay que aclarar sobre esta asistencia específica para todo lo relativo a la contratación de trabajadores. Pero, te proponemos dar un salto cualitativo y ampliar las competencias de esta asesoría para convertirla en un equipo que te oriente en temas de Recursos Humanos: cómo optimizar tu plantilla, planes de mejora de productividad, identificación de problemas de falta de compromiso y sus causas/soluciones o implantación de medidas para fomentar el sentimiento de pertenencia y la fidelización son temas que no puede eludir ninguna empresa moderna.
Además, no podemos finalizar este asunto de los tipos de asesorías sin mencionar otras variantes igual de importantes: asesoría informática, de marketing o ventas, consultoría de nicho y de sistemas de calidad, son de las que no podemos olvidar.