Cualquier emprendimiento conlleva incertidumbres que pueden traducirse en riesgos para tu negocio. Esto, lejos de ser una excusa para no ser emprendedor, debe ser un incentivo para prepararte mejor antes de comenzar con la aventura de montar tu propio negocio. Los riesgos de empezar un negocio pueden ser riesgos internos de montar un negocio como perdida de recursos, riesgos operacionales, tensiones en tus relaciones y riesgos externos como la aceptación de tu producto o servicio, cambios en el mercado o falta de liquidez. A continuación, te explicamos todos los riesgos de crear un negocio que te puedes encontrar.
¿Qué riesgos existen al crear un negocio?
Existen una serie de peligros cuando emprendemos un negocio, que pueden tener consecuencias negativas para nosotros. El principal riesgo de crear una empresa es el miedo a la incertidumbre, ya que esto puede ser el fin de tu emprendimiento antes de empezar.
El riesgo es algo inherente a todo en la vida, y no menos a la hora de crear una empresa. Te contamos los principales riesgos de montar un negocio a los que tendrás que enfrentarte y cómo minimizarlos. También te ayudamos a superar tu miedo, a emprender un negocio y a sacar adelante tus ideas:
Riesgos internos de montar un negocio
Nos referimos a riesgos internos que dependen más bien de la estructura y gestión de proyecto, y sobre los que tienes más poder de control:
- Pérdida de recursos: bien sea porque has dejado tu trabajo dependiente o has invertido parte de tu capital. Si elaboras y analizas minuciosamente el plan de negocio, y cada una de las decisiones relacionadas, habrá menos probabilidades de que tengas que afrontar este riesgo.
- Riesgos operacionales: errores de gestión, de producción, riesgos legales, … La planificación, formación y organización son vitales: marca plazos según prioridades para todas las actividades y planes de acción que deriven de tu plan de negocio. Siempre aparecerán nuevas tareas, pero cuanto mejor planifiques, te formes y te organices, menos sorpresas tendrás.
- Tensiones en tus relaciones personales tras un periodo de largas jornadas laborales. Emprender requiere mucho esfuerzo personal, que muy habitualmente se traduce en horas de trabajo. Si comienzas con actividades que ya controlas, podrás gestionarlas sin hipotecar el tiempo con tu familia y amigos. La planificación y organización previa te ayudarán también con este riesgo.
Riesgos externos de crear una empresa
Se trata de riesgos que dependen de causas externas al negocio, podrás reaccionar a ellas, pero no dependerá de ti que se produzcan o no:
- La mayor o menor aceptación de tu producto o servicio: Un buen estudio de mercado es indispensable y te ayudará a saber si existe demanda, pero el grado de aceptación de tu producto específico lo sabrás cuando lo lances. Pruébalos antes de crear tu negocio y pide a tu entorno de confianza que te ayude. Esto te permitirá perfeccionarlos sin que afecte a tu marca (personal o de producto).
- Cambios en el mercado: incremento de la competencia, cambios de la demanda, etc. Para minimizar este riesgo debes mantenerte siempre informado y alerta a los indicios de cambio. Una mentalidad flexible y abierta te permitirá reaccionar con rapidez.
- La posible falta de liquidez la puedes prevenir intentando reducir los costes al máximo, sobre todo los fijos y especialmente durante las primeras fases de arranque. Sin embargo, es posible iniciar un negocio sin dinero si conoces algunos trucos que pueden ayudarte.
Finalmente, y como consecuencia de uno o varios de los riesgos empresariales anteriores, el negocio puede que no cumpla los objetivos que te has marcado en los plazos definidos, a pesar de toda tu planificación, preparación y esfuerzo. La clave aquí es estar mentalizado de que puede ocurrir y tomárselo como una oportunidad para aprender y seguir intentándolo con más preparación y experiencia.
¿Cómo reducir los riesgos de emprender?
Te damos las 5 claves para minimizar los peligros de montar un negocio:
- Planificación y organización
- Formación inicial y continua
- Información
- Mentalidad constructiva y abierta
- Actitud flexible ante los cambios y agilidad en la reacción
El hecho de ser consciente de que existen estos riesgos, te ayudará a estar preparado ante las contingencias que puedan darse, y a enfrentarte a los retos que se presenten de forma constructiva y eficiente. Por ello, es imprescindible realizar una correcta gestión de riesgos en la empresa y conseguir minimizar el impacto de las amenazas que hay en nuestra empresa.
Asumir los riesgos del emprendimiento teniendo claros los objetivos y motivaciones que te llevan a emprender, y poniendo el foco y tu concentración en el proyecto, te ayudará a vivir con la incertidumbre. A pesar de todo, también puede ser cuidadoso y emprender sin riesgos.
Ejemplos de riesgos de montar un negocio desde cero
- Gestión del flujo de caja: no lograr efectivo cuando lo necesitas (ya sea mediante financiación o por ventas) o no reducir el exceso de gastos.
- Encontrar un nicho y comercializar su valor: no encontrar un nicho exitoso es la segunda razón más común para el fracaso de una startup en un análisis reciente efectuado por CB insights.
- Embudo de ventas ineficaz: Incluso una vez que se ha captado la atención de los clientes y estos hayan comprendido su valor, debemos asegurarnos de generar ventas constantemente. Es muy importante medir correctamente el embudo de ventas y ver donde falla.
- Competencia: Otro riesgo para las pequeñas empresas es la competencia feroz, especialmente si su negocio se enfrenta a organizaciones más grandes y con más recursos. El comercio electrónico es un sector muy popular en el que entrar, coincidiendo con el reciente repunte de las ventas online.
- Falta de escalabilidad: Si queremos aumentar los ingresos, pero vemos que el tamaño del mercado está limitado, hay que diversificar los productos y servicios y mantener nuevos canales de ingresos. La diversificación del negocio ayuda a evitar una inversión excesiva en un solo producto y a mantener la base de clientes actuales mientras se encuentran nuevos.
- Superando la burocracia. Infringir la normativa (aunque sea accidentalmente) puede causar inmensos problemas a las nuevas pequeñas empresas. Por ello, los nuevos empresarios deben familiarizarse con la legislación que rige su negocio, incluidos los procesos aduaneros, los tipos y plazos de los impuestos, la legislación de protección del consumidor y los requisitos de seguridad.
- Desafíos operativos: La gestión operativa tiene que ver con la forma en que se dirige la empresa: si es eficiente y si se está empleando el tiempo de la organización de forma eficaz. Las pymes corren el riesgo de verse superadas por sus homólogas del sector y de perder tiempo en tareas que, hoy en día, deberían estar automatizadas.
- Agotamiento empresarial: No se puede dirigir una pequeña empresa con éxito sin tener la cabeza despejada. Si te notas irritable, cansado u olvidadizo, intenta dedicarte tiempo a ti mismo y sé disciplinado en cuanto a la cantidad de descanso que necesitas.
- Optar por tácticas de ventas rápidas en lugar de un desarrollo a largo plazo: Ciertas tácticas dentro del espacio del comercio electrónico, como el “dropshipping”, son arriesgadas, ya que priorizan las ganancias a corto plazo en lugar de la sostenibilidad a largo plazo.
- Expansión a un nuevo mercado: Si bien existen riesgos asociados al traslado para las nuevas pequeñas empresas, como las nuevas costumbres culturales que deben aprender y los marcos legales que deben cumplir, las complejidades operativas se han agilizado más que nunca.
Como iniciar un negocio sin riesgos