Transparencia y confianza son dos de las prácticas que los accionistas e inversores de una empresa suelen exigir a la junta directiva. Estas buenas prácticas transmiten seguridad tanto a nivel jurídico como económico a las personas con intereses en la compañía, facilitando así un desarrollo sostenible. Desde la crisis de 2008, tanto las propias empresas como la sociedad en general son cada vez más conscientes de la necesidad de una buena gestión empresarial, y aquí es donde entra en escena el gobierno corporativo.
Características y objetivos del gobierno corporativo
Cuando hablamos de “gobierno corporativo” nos referimos a una serie de normas, principios y procedimientos que regulan la estructura y funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa.
El gobierno corporativo sirve para fijar las relaciones entre la junta directiva, el consejo de administración, los accionistas de la empresa y el resto de actores interesados; son esos principios que nos sirven para marcar las reglas por las que funcionará la organización de la empresa y la toma de decisiones para generar valor.
A partir de un gobierno corporativo transparente, se establecen las bases para el buen funcionamiento de los mercados a partir de la credibilidad y la estabilidad, generando riqueza. Sin embargo, en los últimos tiempos los gobiernos corporativos de las grandes empresas han dado síntomas de debilidad y opacidad, lo que ha aumentado las exigencias de transparencia empresarial, veracidad, buenas prácticas y un comportamiento empresarial ejemplar por parte inversores, consumidores y sociedad, mirando más allá de los simples resultados económicos.
Funciones principales del gobierno corporativo en una empresa
Las empresas van progresando poco a poco, y a medida que penetran en procesos como los de internacionalización aparecen operaciones más complejas, tanto legalmente como en términos de imagen pública. En este escenario, se antoja imprescindible contar con un buen gobierno corporativo que nos ayude a minimizar los riesgos.
👉 A tener en cuenta:
La profesionalización de la gestión operativa y del propio gobierno corporativo debería ser nuestro pasaporte hacia el éxito y un crecimiento continuo y sostenible. Un buen gobierno corporativo debería ser garantía de éxito a medio y largo plazo, una forma más de atraer talento o inversión a una empresa que será más atractiva.
Las normas del gobierno corporativo se encargan entre otras cosas de:
- Regular la toma de decisiones relacionadas con la dirección estratégica general y las políticas corporativas de la empresa, como los planes de inversión, fusiones y adquisiciones de otras compañías, planes de sucesión o el nombramiento de los ejecutivos.
- También se ocupan de los mecanismos de control que nos permiten un desempeño eficaz de la dirección ejecutiva y la implementación del plan estratégico aprobado por la empresa.
- El cumplimiento normativo o compliance, ese proceso a partir del que se establecen las políticas y procedimientos idóneos para asegurar que la empresa, sus directivos, los trabajadores y cualquier tercero interesado cumple con el marco normativo aplicable.
- La gestión de las relaciones entre los órganos de gobiernos de la empresa, además de los derechos y deberes que tienen tanto el consejo de accionistas como la junta directiva o los accionistas de la compañía.
¿Es necesario apostar por un buen gobierno corporativo?
Una vez llegados a este punto, quizá te preguntes por la eficacia de los gobiernos corporativos en las empresas. Pues bien, un buen gobierno corporativo aumentará el valor bursátil de la compañía, nos ayudará a reducir los costes de capital y a la ampliación de las bases del mercado de capitales.
Si la empresa está bien dirigida, verá como aumenta la competitividad empresarial y se genera un valor que nos ayuda a potenciar la competitividad. Dentro del gobierno corporativo debe aparecer la figura del compliance officer, el responsable de que la empresa sigue las directrices establecidas.