Uno de los objetivos de cualquier proyecto es crecer como empresa. Sin embargo, hay diferentes formas de crecer. Todos sabemos que una empresa grande tiene más ventaja a la hora de negociar con sus proveedores, acceder a financiación o atraer talento. Pero… ¿cómo crecen las empresas? Hay dos formas de hacerlo: el crecimiento orgánico o el crecimiento inorgánico. Incluso se puede incluir una tercera modalidad de crecimiento donde se combinan el modelo orgánico con el modelo inorgánico. Vamos a centrarnos en el primero.
Concepto de crecimiento orgánico de una empresa
El crecimiento orgánico es aquel financiado por los recursos generados por la actividad de la propia empresa. Podríamos decir que se trata de un crecimiento natural, pues la empresa es la que crea sus propias oportunidades. Por norma general, es más lento que el crecimiento inorgánico, pero también es más sostenible. También resultará más económico, pues no nos exige una inversión económica específica para crecer, sino que estamos reinvirtiendo las ganancias obtenidas. Tanto los gastos como los recursos y habilidades necesarios ya están disponibles.
Diferencias entre el crecimiento orgánico y el crecimiento inorgánico empresarial
La principal diferencia entre el crecimiento orgánico e inorgánico es el origen del mismo. En el primer caso, se trata de un impulso fruto de recursos propios. En cambio, el crecimiento inorgánico se nutre de recursos de otras compañías. Lo más habitual es que se produzca mediante fusiones o adquisiciones. Las fusiones implican la unión de dos o más empresas, desapareciendo una de las dos; cuando se produce una compra, la empresa adquirida no desaparece. A priori, el crecimiento inorgánico es más rápido y rentable, pero el orgánico es más seguro y garantiza la autonomía de la marca.
Cómo realizar una estrategia de crecimiento orgánico o natural de una empresa
En función de nuestros mercados y productos, podemos trazar nuestra estrategia de crecimiento orgánico. A partir de estos parámetros y el hecho de que sean nuevos o no, podemos desarrollar hasta cuatro estrategias de crecimiento orgánico diferentes:
- Penetración de mercados (productos actuales en mercados actuales). El objetivo de esta estrategia será mantenernos en nuestros mercados actuales, apostando por lo que ya ofrecemos, para mejorar nuestra cuota de mercado. Las promociones, publicidad o ventas cruzadas nos ayudarán a vender más los que ya vendemos.
- Desarrollo de nuevos mercados (productos actuales en nuevos mercados). Esta estrategia permite a las empresas vender los mismos productos a nuevos consumidores. Para ello, trabajará en ámbitos geográficos o nichos de mercado con los que antes no trabajaba. Es lo que pasa cuando abrimos un nuevo establecimiento o una tienda online.
- Desarrollo de nuevos productos (productos nuevos en mercados actuales). La empresa decide crecer en su propio mercado, para lo que apuesta por nuevas propuestas. Puede ser partiendo de cero, pero también puede adaptar algún producto de su catálogo actual, actualizarlo o aplicar mejoras para impulsar sus ventas.
- Diversificación (nuevos productos en nuevos mercados). En vez de introducir nuevos productos en un mercado donde ya tenemos presencia, nos vamos a un mercado donde no tenemos experiencia o presencia. Supone un cambio radical con la situación actual, pero también es la que ofrece unos resultados más inciertos. La incertidumbre es total.
Lógicamente, esta no es una decisión que las empresas tomen al azar. Detrás de cualquier estrategia de crecimiento orgánico hay un análisis de mercado previo, el análisis de productos, la experiencia de la propia organización, etc. El propio plan de negocio de la empresa nos indicará cuando es el momento adecuado para desarrollar una estrategia de crecimiento orgánico o si, por el contrario, todavía es pronto. En caso de querer crecer inorgánicamente, también nos guiaremos por el plan de negocio.