Tener y dirigir una empresa hoy en día es un gran reto. Conseguir los objetivos empresariales que nos vamos proponiendo no es tarea imposible, pero sí supone caminar por una senda llena de obstáculos y dificultades: gestionar recursos propios, luchar contra la competencia, etc. Para ello, se hace crucial definir una buena propuesta de valor. Consulta todas las propuestas para empresas que necesitas en tu gestión empresarial.
¿Qué es una propuesta de valor?
La propuesta de valor supone el elemento que va a marcar la diferencia entre tu empresa y el resto de competidores del mercado. Es el factor a través del cual el cliente se decantará por una u otra empresa, en búsqueda siempre de solucionar un problema concreto, satisfaciendo sus necesidades y cumpliendo con sus expectativas.
Una propuesta de valor debe diseñarse en función del mercado al que vayamos a dirigirnos, así como en función del producto o servicio que ofrezcamos. Nuestra principal misión será la de satisfacer plenamente a nuestros clientes. Para ello, deberemos dotar de valor a nuestra oferta a través de determinados valores:
- Cuantitativos: el precio del producto, la calidad, reducción de costes, rapidez del servicio, etc.
- Cualitativos: novedad, diseño, personalización, comodidad, experiencia de usuario, etc.
Así, debemos trabajar nuestra propuesta de valor con el fin de conseguir que nuestra empresa sea única, que disponga de uno o varios elementos que la diferencien y que el cliente detecte en ella un gran valor añadido, que le incite a la compra de ese producto en concreto, en lugar que escoger el de la competencia.
Lo que está claro es que, sin una propuesta de valor clara, concreta y bien definida, nuestra empresa pierde la oportunidad y posibilidad de guiar a los clientes potenciales hacia nosotros, esclareciendo todas las posibles dudas que puedan tener a la hora de, finalmente, adquirir el producto o servicio.
¿Cómo crear una buena propuesta de valor?
Para garantizar el éxito de nuestra empresa, es necesario crear una buena propuesta de valor.
Sin ir más lejos. Pensemos en grandes marcas líderes de sus sectores. ¿Tiene Apple los precios más competitivos del mercado? No. ¿Es Media Markt el mejor ejemplo en lo que se refiere a garantía postcompra? No. ¿Tiene la web de Amazon un diseño cuidado y de referencia? Tampoco. Sin embargo, las tres empresas citadas, son líderes en ventas y han logrado que la gente compre en ellas por algo, por algún elemento en el que sí destacan sobre sus competidores.
Así que, siguiendo el ejemplo de los mejores, y pese a que no existe una fórmula exacta para redactarla, te indicamos las pautas de cómo crear una buena propuesta de valor:
- Título: en una frase corta y directa, destaca el mayor beneficio que ofreces. Piensa en un mensaje con fuerza; al fin y al cabo, es lo que captará la atención del cliente.
- Subtítulo: para reforzar el mensaje del título y sirve de nexo entre el título y el texto.
- Texto: explicaremos claramente la oferta, a quién va dirigida y por qué es útil.
- Características: detallar un listado con los principales beneficios de nuestro producto/servicio.
- Imagen: la mayoría de veces, con una simple imagen comunicamos mucho más que con cientos de palabras. La emplearemos como refuerzo del mensaje principal que queremos transmitir.
Algunos elementos que pueden reforzar tu propuesta de valor serían: gastos de envío gratis, instalación gratuita, sin contrato de permanencia, garantía de devolución 100%, etc. Pequeños detalles que marcan una gran diferencia entre tú y tus competidores.
En definitiva, nuestra propuesta de valor debe responder de manera clara y concisa “qué es”, “a quién va dirigido” y “por qué”. Nuestro objetivo debe centrarse en lograr un equilibrio entre la información que queremos transmitir y la claridad del mensaje.