A todos nos gusta producir a la velocidad adecuada para satisfacer la demanda de los clientes. Pero no nos conformamos con entregar los pedidos a tiempo, también queremos que sean productos de la máxima calidad para una mayor satisfacción del cliente. En este sentido, el método Jidoka permite automatizar los defectos, buscando la causa de los mismos y corrigiéndolos para que no se vuelvan a repetir.

Qué es la metodología Jidoka
El método Jidoka forma parte de la metodología LEAN, y se basa en dotar a cada proceso del autocontrol de calidad, sobre todo en procesos industriales en línea o a gran escala. Más allá de corregir las irregularidades, defectos o problemas que surgen esporádicamente en estos procesos, la metodología Jidoka se centra en localizar su origen, eliminarlo y evitar que un error vuelva a surgir en el futuro.
Pasos para implantar el método Jidoka
El método Jidoka consta de cuatro simples pasos. Pero antes de entrar a fondo en los mismos, hay que destacar que puede detectar problemas causados tanto por máquinas como por personas. Una vez detectado el problema hay que parar la producción de esa línea hasta dar con una solución rápida, para lo que podemos utilizar todo tipo de recursos. Eso sí, el resto de líneas de la planta no tienen por qué detenerse.
Detección del problema
Cualquier sistema que se instale en la línea de producción debe ser capaz de detectar anomalías, por ejemplo mediante sensores. Es necesario un sistema de alerta que nos avise de errores, así como de los defectos en los productos, errores en materias primas, fallos en máquinas… Una vez detectado, se avanza al siguiente paso.
Detención de la producción
Los equipos deberían ser capaces de paralizar automáticamente la producción en caso de error. De este modo, evitamos que el problema se agrave y generar productos de mala calidad o unidades defectuosas. Del mismo modo, los trabajadores deben ser capaces de detener manualmente la producción cuando detectan un error o anomalía.
Solución inmediata
Tras paralizar la producción, hay que buscar una solución rápida para corregir los efectos del problema. Estas acciones de corrección deben completarse en un plazo determinado para decidir si se retoma la producción. De este modo, la podremos reanudar rápidamente mientras buscamos una solución definitiva al problema.
Investigar y resolver la causa principal
Una vez hemos vuelto a la actividad, hay que buscar el origen del problema en un proceso que nos puede llevar bastante tiempo. Una vez detectada la raíz, buscaremos y aplicaremos una solución permanente para evitar que el problema se repita de nuevo. En este punto, podemos recurrir a herramientas como los diagramas de afinidad o los 5 porqués.
Ejemplos del método Jidoka
El ejemplo más antiguo del método Jidoka se remonta a 1896, cuando lo desarrolló el inventor Sakicho Toyoda en un telar. El que fuera creador de Toyota ideó un dispositivo que permitía detener la lanzadera del telar si el hilo se rompía. El propio mecanismo detectaba si el hilo se rompía, apagando la máquina. A continuación, el trabajador que manejaba el telar tenía que arreglar el problema y retomar el proceso de producción.
De vuelta al siglo XXI, muchas de las máquinas utilizadas en los actuales procesos productivos cuentan con dispositivos que pausan el funcionamiento cuando detectan un error o una anomalía. Si aplicamos correctamente el método Jidoka, solucionaremos rápidamente este fallo y buscaremos una solución a largo plazo para evitar que se repita. Si, en cambio, te limitas a aplicar una solución temporal pero el problema se repite a menudo al no aplicar la solución definitiva, no se está utilizando Jidoka.