Cualquier proyecto en el mundo scrum cuenta con una lista de mejoras. Pero si quieres que esa lista se convierta en realidad y además un desarrollo ágil que te acerque al éxito. Para ello, habrá que convertir la lista de tareas y mejoras en un plan de sprints. Uno de los recursos más interesantes que encontramos para ello es el scrum board, conocido también como tablero scrum. Vamos a ver qué es y cómo desarrollarlo.
Definición de tablero scrum
Se trata de una herramienta visual del trabajo que debe completar un equipo. Están pensados para que este planifique mejor su trabajo en sprints, a la par que fomentan la comunicación interna entre los trabajadores. Se refuerza el conocimiento de las tareas que se están desarrollando, y podemos saber en qué etapa del proceso se encuentra cada una de ellas. Más allá de este uso, promueve la interacción y discusión entre compañeros, y facilita el compromiso de los trabajadores.
Características del scrum board
La principal característica del Scrum Board es que no hay una normativa formal, sino que cada equipo confecciona su tablero según sus necesidades. De la forma que le resulta más cómodo. En la mayoría de casos, los elementos se clasifican en cuatro columnas: historias, to do, in progress y done. Según su estado, vamos colocando cada tarea en una columna u otro. Los equipos más avanzados pueden incorporar información adicional como el objetivo del sprint, gráficos, burndown, verificaciones…
Pasos para crear un scrum board desde cero
A la hora de desarrollar un tablero scrum desde la nada, es fundamental comenzar por lo básico y agregar información a medida se suceden las iteraciones. El scrum board debe ajustarse a las necesidades del equipo. Comenzaremos con estas cuatro columnas, y a medida que avancemos en las iteraciones agregaremos nuevos elementos.
Primera iteración
Estamos en la fase inicial del proyecto. Por eso, nos limitaremos a las etapas del proceso, esas que representan el recorrido que hará cada tarjeta en el Scrum Board. Comenzaremos con las etapas-columnas por hacer, haciéndose y hecho. A ellas se suman las historias de usuario, cada una en una fila del tablero. Cada historia tiene una fila, y en su interior contienen diferentes actividades. No olvides indicar la persona al cargo de cada actividad y el tiempo estimado que nos llevará completarla.
Segunda iteración
El equipo ya se ha acostumbrado al sistema scrum, de modo que añadiremos más información a nuestro tablero. Por ejemplo, la definición de terminado: cuándo podemos dar por concluida una historia. Se añadirá a un margen, pues si definimos las condiciones en la fila ocupamos demasiado espacio. Otro elemento clave es el gráfico de trabajo pendiente o burndown chart. Una vez más, lo haremos en funciones de las necesidades del equipo. También podemos incluir aquí los bloqueos del proceso.
Tercera iteración
Ya estamos familiarizados con el tablero scrum, así que podemos compaginar a la vez el tablero físico y el digital. De este modo, el tablero digital cuenta con el apoyo de un respaldo físico. Para ello, tenemos diferentes herramientas que jugarán un papel clave a la hora de desarrollar y aplicar nuestros tableros scrum.
Herramientas para elaborar tableros scrum
Puedes utilizar un tablero scrum físico o digital. En el primer caso, tendrás que realizar a mano los diferentes ajustes. Los post-its son tu mejor aliado. Si optamos por un tablero digital, hay todo tipo de herramientas y plantillas para scrum boards. Entre las más destacadas están Trello, Jira, Airtable, Asana, Monday.com, Bitrix24, Apa, Zoho Sprints… Ten en cuenta que la mayoría son de pago. Por eso, si te la quieres ahorrar puedes utilizar una pizarra virtual.