Guía completa sobre la Metodología scrumban

Pau Sisternas

Scrum y Kanban son dos de las metodologías agile más populares. Tienen sus pequeñas diferencias, pues Scrum se basa en los sprints y Kanban apuesta por una mejora continua. Pero también muchas similitudes. ¿Qué pasa cuando se unen ambas metodologías? Aparece la metodología Scrumban, una metodología que originalmente surgió para facilitar el cambio de una metodología a la otra. Y como ha pasado con otras muchas cosas, lo que en principio surgió como una ayuda resultó ser una metodología de lo más interesante. Los pasos para crear esta metodología son: crear el tablero, fijar límites para la etapa en curso, priorizar tareas y organizar reuniones de actualización. Descubre más a continuación.




Cómo implantar una metodología Scrumban

En qué consiste la metodología Scrumban

Como hemos dicho, Scrumban es la suma de Scrum y Kanban. Como tal, toma elementos de ambas metodologías y los une en una misma metodología. Lógicamente, toma aquellos elementos que se pueden complementar entre sí. Por ejemplo, de la metodología Scrum sigue principios como dar prioridad a las tareas según su complejidad y demanda del proyecto. También la iteración de los procesos a intervalos constantes -al final del sprint- o la alineación del equipo en torno al concepto “trabajo terminado”: que todos sepan qué supone concluir la tarea.

Diferencia entre Scrum y Scrumban

La principal diferencia entre Scrum y Scrumban son las funciones Kanban adpotadas por Scrumban. Por ejemplo, que trabajamos con un conjunto determinado de tareas que se deben realizar, el límite de tareas que puede haber en progreso o el uso del tablero Kanban. También están las funciones exclusivas de Scrumban, como la ausencia de jerarquías que sitúa a todo el mundo a un mismo nivel o el hecho de que no sea imprescindible una fecha de vencimiento. En cambio, los sprints siempre tienen fecha de finalización.

Cómo aplicar el método Scrumban paso a paso

Otra de las diferencias entre Scrum y Scrumban es la desaparición del Scrum Master. A priori, esto puede complicar su aplicación en la empresa. Sin embargo, esta tarea será mucho más fácil cuando somos capaces de desarrollar los 4 pasos del proceso Scrumban:

  1. Crear el tablero Scrumban: no deja de ser un tablero Kanban al que podemos añadir un backlog del producto o del sprint, las diferentes etapas del flujo de trabajo del equipo y una columna a la que añadiremos las tareas finalizadas. El equipo decidirá qué elementos se añaden y cuáles se omiten. Cuando no queden tarjetas en el tablero, habrá que tomarlas del backlog. El equipo debe revisar las tareas del tablero semanalmente, agregando las pertinentes al backlog del producto.
  2. Fijar límites para la etapa de trabajo en curso: ya hemos visto que una de las características de esta metodología es la limitación de tareas que se desarrollan de forma simultánea. Con ello, se quiere prevenir la sobrecarga laboral. El equipo debe acordar cuántas tareas puede haber y cuántas pueden coincidir en la misma etapa de forma simultánea. Así, podemos planificar, pero también cambiar el flujo de trabajo en cualquier instante durante el proceso.
  3. Priorizar tareas: de nuevo en equipo, habrá que establecer qué tareas son prioritarias. Deberíamos dar preferencia a aquellas que aportan más valor o son más útiles para nuestro producto. Ten en cuenta que el proceso de priorización será continuo. Por eso, y en ausencia del Scrum Master, cada trabajador involucrado en el proyecto será libre para decidir qué es más importante y qué hay que priorizar.
  4. Organizar reuniones diarias de actualización: para asegurarnos de que todo el mundo sabe con qué estamos trabajando, podemos organizar reuniones diarias de actualización. Esto nos permite tener a todo el equipo involucrado y al día en los avances, además de conocer y gestionar mejor las cargas de trabajo. Los miembros del equipo serán los responsables de designar a los compañeros que se encargarán de dirigir estas breves reuniones.
  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No