Las desventajas de ser franquiciado no son mejores ni peores. No obstante es importante conocerlas antes de tomar cualquier decisión: presta especial atención:
1.Costes adicionales de las franquicias
El hecho de pertenecer a una red de franquicias implica que debes contar con una serie de costes adicionales que no se contemplan si se abre un negocio propio, como por ejemplo el rating o el royalty y el pago de derechos de entrada. En cualquier caso, estos costes debes contemplarlos como una inversión para minimizar los riesgos y tener ciertas garantías de que el negocio va a funcionar.
2. La creatividad puede verse reducida
Uno de los inconvenientes de ser parte de la una cadena de este tipo de modelo de negocio conlleva que el franquiciado puede ver mermada su capacidad de creatividad, dado que los procesos están ya preestablecidos y definidos en los manuales de la franquicia,m es decir, sus aportaciones de criterios se producen en un nivel consultivo y nunca ejecutivo. Esta situación es agravada debido a que el propio franquiciado no percibe por tanto inmediatamente o en su justo momento, la planificación u organización del franquiciador.
Esto significa que en muchas ocasiones las ideas de innovación del negocio quedarán al margen y aunque lo común es que sean valoradas por la central, estas pueden ser o no aceptadas. Así mismo, el franquiciado debe acatar las normas y la operativa que propone la central. Trayendo consigo una pérdida potencial de la libertad que le otorgaría el ser propietario de un comercio, con la consiguiente pérdida de independencia empresarial, además de una total falta de conocimientos sobre los medios necesarios para determinar la bondad de la cadena antes de emprender con ella o durante el propio emprendimiento.
3. Factores externos a tu propia franquicia
Si una de los locales de un franquiciado posee un bajo rendimiento o no ofrece un buen servicio esto puede afectar de forma negativa a la marca y al posicionamiento de la misma en la mente del consumidor, así como a la reputación del mismo. Es decir, al no ser propietario del nombre y marca comercial que trabaja, las actuaciones y formas de trabajar de otros franquiciados de la misma marca, puede afectar de forma directa al resto de franquiciados y a la franquicia en sí.
4. Sujeto al contrato de franquicia y sus claúsulas
El franquiciado no puede tomar algunas decisiones libremente, tales como la venta o el traspaso del negocio hasta cumplir con una serie de condiciones o tiempo según se estipule en las cláusulas del contrato. Estar sujeto de forma tan férrea a las normas del franquiciador dificulta en ocasiones la adaptación a la filosofía del franquiciador en los diferentes aspectos comerciales.
5. No ser el propietario integro de la empresa
Al contrario que si emprendes con un negocio propio, si decides ser franquiciado no serás al 100% el propietario del nombre y marca comercial en la que trabajas. Un franquiciado está directamente relacionado con la suerte que corra el franquiciador, dependiendo totalmente de la gestión que éste realice, puede ver como su negocio mejora o empeora sin que el franquiciado pueda hacer nada para cambiarlo sin romper el contrato establecido.