Quizá, Hoshin Kanri no te diga mucho. Sin embargo, si hablamos de gestión por objetivos, lo que en inglés se conoce como Management by Objectives o MBO, seguro que te haces una idea. Es una forma de trabajar que se popularizó en la segunda mitad de los años ’50 después de que Peter Drucker lanzase su libro “The practice of Management”, aunque tiene sus orígenes en los inicios del siglo XIX. Y aunque han pasado más de 200 años desde que apareció, el método Hhoshin Kanri sigue en vigor a día de hoy. ¿Cómo aplicar ese método? Es necesario definir la visión de la organización, establecer y ejecutar objetivos y planear las revisiones. Te contamos más a continuación, ¿a qué esperas?
Qué es la metodología de Hoshin Kanri
A grandes rasgos, Hoshin Kanri es una herramienta de planificación estratégica que nos permite conectar los objetivos generales de la organización con el trabajo diario e individual de cada empleado. Su implantación exige un importante esfuerzo de planificación, pero nos permite orientar a todo el equipo en busca del objetivo general. En otras palabras, nos permite asegurarnos de que todo el mundo rema en la misma dirección.
Pasos para planificar estratégicamente
¿Quieres saber cómo aplicar Hoshin Kanri en tu empresa? Tendrás que planificar bien, para lo que te proponemos seguir estos siete pasos:
- Definir la visión de la organización: para ello, identificaremos la misión, visión y valores clave de la empresa. Cuando desarrollamos una planificación estratégica convencional, buscamos alinear los objetivos a largo plazo. Lo que intenta Hoshin Kanri es explicarnos cómo el trabajo individual de cada trabajador influye en estos objetivos a largo plazo y la visión de la organización.
- Establecer los objetivos estratégicos: conocidos también como objetivos de avance, corresponden a los cambios que debe implantar la organización para alcanzar la visión que hemos definido en el paso inicial. No estableceremos más de tres o cuatro metas, si vamos más allá nos costará alcanzar estos objetivos. Así, corresponderán a las prioridades de la empresa y evitamos distraernos con cuestiones secundarias.
- Fijar los objetivos anuales: a partir de los objetivos estratégicos, podemos aplicar los objetivos anuales que queremos que logre el equipo. Piensa que hasta alcanzar un objetivo estratégico pueden pasar varios años, así que habrá que trocearlo en objetivos a corto plazo. Esto también nos ayudará a ir alcanzando hitos, y el objetivo parecerá más factible.
- Compartir los objetivos con la organización: igual que hemos convertido los objetivos estratégicos en anuales, estos también se dividirán en tareas más pequeñas. Para ello, los dividiremos antes de compartir las diferentes tareas con los equipos o departamentos que se encargarán de completarlas. En este punto, el equipo comenzará a comprender las expectativas que hay puestas sobre él.
- Ejecutar los objetivos anuales: llegados a este punto, estamos listos para implantar el método Hoshin Kanri. Comenzaremos con las estrategias pequeñas, y a partir de ahí se irán alcanzando los objetivos más grandes. Puedes recurrir a estrategias de mejora continua como Kaizen o Six Sigma. A medida que empiecen a llegar resultados, el equipo estratégico recibirá un feedback de los diferentes equipos responsables.
- Revisiones mensuales: nos sirven para asegurarnos de que los objetivos, información estratégica y plantilla siguen avanzando hacia el mismo objetivo. Nos permite verificar el cumplimiento de los objetivos y del trabajo realizado para conquistarlos. Si no todos avanzamos en la misma dirección, es el momento de reorientar los esfuerzos.
- Revisiones anuales: del mismo modo que hacemos revisiones mensuales, es importante hacer una gran revisión anual. En ella haremos balance de los logros del equipo, de si han alcanzado todos los objetivos o de qué hace falta cambiar. También hay que decidir qué hemos aprendido para implantar el siguiente ciclo del proyecto. Así, podemos reforzar las fortalezas y corregir los puntos débiles.