Las cuentas anuales de una compañía están compuestas por diversos documentos, los cuales son de obligada presentación por parte de cualquier empresa.
Entre los estados financieros obligatorios, encontramos el estado de flujos de efectivo, cuenta anual incorporada con la reforma mercantil del año 2007. Este se trata de un estado que se encarga de informar sobre la utilización de los activos monetarios representativos de efectivo, y otros activos líquidos equivalentes.
¿Qué es el estado de flujos de efectivo?
El estado de flujos de efectivo (EFE), también denominado flujo de caja o cash flow, supone la variación de entrada y salida de efectivo durante un periodo determinado. O lo que es lo mismo, el estado de flujos de efectivo implica la acumulación de activos líquidos por un tiempo concreto. Por tanto, es un gran indicador de la liquidez de la empresa, es decir, un indicador de la capacidad de un negocio a la hora de generar efectivo.
Asimismo, gracias a este documento, se pone de manifiesto en una empresa los cobros y los pagos realizados por ésta. De esta manera, se obtiene información acerca de los movimientos que se hacen del efectivo durante el ejercicio contable, además de hacerlo de una manera organizada y ordenada por categorías o tipo de actividad.
Según el Plan General Contable, a través del estado de flujos de efectivo es como se analiza el flujo de caja.
Para mejorar tu cash flow tendrás que realizar un seguimiento de los movimientos de tesorería, éstos se agrupan en tres:
- Flujos de efectivo de las actividades de explotación. Cobros y pagos que se producen por la actividad de la empresa.
- Flujos de efectivo por actividades de inversión. Pagos por la adquisición de activos no corrientes (inversiones inmobiliarias o financieras, materiales, etc), así como cobros por su enajenación o amortización al vencimiento.
- Flujos de efectivo por actividades de financiación. Cobros por la adquisición de terceros de títulos emitidos por la empresa o recursos emitidos por alguna entidad financiera o bancaria; así como los pagos por amortización o devolución de estos títulos o recursos.
En definitiva, a través del estado de flujos de efectivo una empresa puede ver la variación producida en el efectivo al comienzo de año y al finalizar el ejercicio.
Objetivos del estado de flujos de efectivo
Son varios los objetivos que se persiguen al elaborar el estado de flujos de efectivo. Todos ellos comparten un fin común, que es ayudar a evaluar:
- La capacidad de la empresa para generar flujos de caja efectivos
- La capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones externas según vencen y también sus necesidades de financiación externa
- Las razones de las diferencias entre el beneficio neto y los cobros y pagos asociados al mismo
- Los efectos que sobre la posición financiera de la empresa tienen las actividades de inversión y financiación, tanto las que suponen movimientos de tesorería como las que no.
Métodos del estado de flujos de efectivo
Según la Norma Internacional de Contabilidad 7, son dos los métodos para la presentación del Estado de Flujos de Efectivo.
Estos métodos del estado de flujos de efectivo son:
Método directo
El método directo del estado de flujos de efectivo presenta los movimientos del efectivo según las categorías principales de cobros y pagos en términos brutos, distinguiendo entre: actividades de operación, de inversión y financiamiento.
Aquellas empresas que se acojan al método directo, deben brindar información con movimientos relacionados sobre:
- Cobranza en efectivo a clientes.
- Efectivo recibido por intereses, dividendos y rendimientos por inversiones.
- Cobros derivados de la operación.
- Pagos en efectivo a personal y proveedores.
- Pagos en efectivo por intereses bancarios.
- Pagos en efectivo por impuestos.
Método indirecto
El método indirecto del estado de flujos de efectivo presenta los movimientos del efectivo ajustando la utilidad o la pérdida en más o menos por aquellos importes que no requirieron efectivo.
Este método puede resultar algo más abstracto, pues determina la entrada de efectivo procedente de las actividades de operación de forma indirecta, realizando ajustes. Aquí se toma como punto inicial la utilidad.
Entre las partidas que podemos encontrar:
- Depreciación y amortización.
- Diferencias por fluctuaciones cambiarias.
- Utilidad o pérdida en ventas de propiedades u otros activos de operación.
- Provisiones para protección de activos.
- Corrección monetaria del periodo de las cuentas del balance.
Podemos controlar el flujo de caja con diferentes herramientas, entre ellas destaca Excel. Es posible conocer la evolución del efectivo en la empresa con hojas de cálculo, analizando los egresos sabremos el total de la caja.
Cómo calcular el estado de flujos en efectivo
La fórmula para calcular el flujo en efectivo consiste en partir de la utilidad de tu estado de resultados, depurarla y alcanzar el saldo de efectivo que se refleja en los libros de consabilidad.
FLUJO EFECTIVO = El ingreso neto + Pérdidas y ganancias por inversiones y financiación + cargos no monetarios + cambios en cuentas de operación.
Cómo interpretar el estado de flujos en efectivo
Para leer el estado de flujos en efectivo debes comenzar por la parte final, en la que aparece el saldo que puedes identificar como el aumento o disminución del efectivo, el saldo inicial y final. Se ha de analizar de manera independiente los resultados de aumento o disminución de los montos de fondos y se ha de concluir cuál fue el comportamiento de cada una de las categorías y su incidencia en el resultado final.
Ejemplos de estado de flujos en efectivo
A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos de flujo en efectivo para que puedas comprender de mejor manera el concepto:
- Pagos en efectivo a proveedores por el suministro de bienes y servicios.
- Pagos en efectivo a y por cuenta de empleados.
- Cobros en efectivo procedentes de regalías, cuotas, comisiones y otros ingresos.
- Cobros en efectivo procedentes de impuestos, contribuciones y multas.
- Cobros o pagos en efectivo procedentes de operaciones discontinuadas.
- Cobros o pagos en efectivo derivados de resolución de litigios.