Generalmente asociamos el renting a los coches, pero es una opción de adquisición de bienes que está disponible para los bienes muebles en general. Esto quiere decir que también podemos optar al renting tecnológico, el alquiler de equipos informáticos, software y sistemas operativos. Entre ellos se encuentran los ordenadores, los escáneres, las centralitas, los antivirus o los routers. El alquiler va de los 12 meses a los 5 años, a cambio de una cuota mensual, y puede ser una buena elección para tu empresa.
Renting tecnológico para empresas
Está claro que cualquier empresa que se precie necesita una serie de equipos tecnológicas para poder funcionar correctamente, independientemente del tamaño que tenga la compañía. Desde las empresas más pequeñas o los autónomos hasta las grandes compañías multinacionales necesitan de este equipamiento, y el renting es una forma más de asegurarse el acceso a él. Se trata de equipos que exigen una importante inversión para la empresa, algo que no es siempre posible, y hay que buscar alternativas como el renting.
El renting tecnológico funciona exactamente igual que cualquier otro tipo de renting. La empresa firma un acuerdo de alquiler del bien con el arrendador, que ofrece ese equipamiento por un tiempo determinado siempre dentro de los límites legales que hemos visto antes. Cuando el arrendador entrega el bien, es fácil que la empresa tenga que depositar una fianza que recuperará al acabar el contrato de renting, siempre que devuelve el bien en buen estado. El mantenimiento del bien corre a cuenta del arrendador. Cada vez son más las empresas que apuestan por el renting frente a otras opciones para adquirir bienes.
Ventajas del renting tecnológico para empresas
¿Por qué acuden las empresas al renting tecnológico? Como hemos dicho antes, el equipamiento tecnológico es un elemento indispensable en cualquier empresa de cualquier tamaño, pero exige una inversión que no está al alcance de las compañías más modestas. El renting permite un acceso al equipamiento tecnológico en unas condiciones económicas más favorables que la compra, de forma que una empresa que no podía permitirse ese desembolso en un bien tecnológico puede conseguirlo a través del renting.
Otra de las ventajas del renting es que evitamos que nuestros equipos queden obsoletos. Esta es una situación que en el caso del renting tecnológico es especialmente patente, ya que todos sabemos que la tecnología avanza a una velocidad meteórica, y muchas veces nuestros equipos quedan obsoletos antes de lo que nos gustaría. Gracias al renting nos podemos permitir la renovación periódica de ese equipamiento tecnológico, asegurándonos tener en todo momento unos equipos modernos en nuestra empresa, todo un plus para la organización.
Ya hemos indicado que el mantenimiento está incluido en el contrato de renting. En el cuota que se paga mes a mes se incluye la revisión, mantenimiento y sustitución de los bienes estropeados, así que nos ahorramos contratar a una segunda empresa que ofrezca ese servicio. Aunque el hecho de incluir el mantenimiento en la cuota que pagamos por el alquiler de este bien haga subir algo el precio, siempre será una opción más económica que tener subcontratada una tercera empresa para el mantenimiento de un bien adquirido en propiedad.
Por último, hay que hablar de las ventajas económicas y fiscales del renting tecnológico, algo que también es común al renting de otros bienes. Igual que al comprar un producto tecnológico puedes desgravar el IVA, trimestralmente nos podemos desgravar el IVA de las cuotas mensuales del contrato de renting tecnológico. Además, en el caso de los productos tecnológicos es más fácil demostrar que están dirigidos a un uso eminentemente profesional. Aunque también tiene alguna contrapartida, el renting tecnológico es una opción a valorar al adquirir esos bienes.