Por lo general, hay una falsa creencia sobre el proceso de incorporación de nuevos empleados a una empresa por parte de Recursos Humanos. Creemos que todo se reduce a un par de entrevistas, una preselección, más entrevistas y listo. Pero no es así. El proceso continúa. ¿Quieres saber cómo? Descubre cómo realizar un proceso de onboarding con éxito.
¿Qué es el onboarding?
El onboarding es, simplemente, el proceso por el que un empleado se incorpora a una empresa. O dicho de otra manera, es el conjunto de técnicas o procedimientos con los que una empresa permite a un empleado nuevo integrarse en el equipo. Por ende, facilitándole la familiarización con su puesto de trabajo para que comience a ser eficiente en el menos tiempo posible.
¿Todavía no sabes cómo afrontar este reto en tu empresa? Sigue leyendo y descubre cómo realizar un proceso de onboarding con éxito.
Pasos para el onboarding de trabajadores
El proceso de onboarding es largo y complejo. Sin embargo, es fundamental para la buena imagen de una empresa. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Descubre cómo realizar un proceso de onboarding con éxito en estas tres sencillas fases.
1. Fase previa a la incorporación
Seguro que estás pensando que el primer paso es elaborar ofertas de trabajo. Aunque no lo parezca, hay mucho trabajo previo a cada oferta. Se debe recopilar la información necesaria para redactar la oferta: horarios, requisitos, objetivos, etc. Lo ideal es que sea una oferta llamativa y transmita la cultura empresarial a los lectores. Así, solo se apuntarán aquellos que encajen en la empresa.
Tras publicar la oferta, todos sabemos lo que sigue. Entrevistas, papeleo, etc. Es importante que el departamento de RR. HH. facilite los documentos pertinentes al trabajador antes de su incorporación. Asimismo, en esta fase se hará entrega del manual de bienvenida. De esta manera, el trabajador irá conociendo la empresa antes de su incorporación.
2. Primer día de trabajo
El primer día todo debe salir bien. Recuerda que la primera impresión es muy importante. Por eso, toda empresa debe procurar que las nuevas incorporaciones acaben su primer día contentos y satisfechos. Se les debe dejar todo claro antes de ir: si tiene que llevar algo, cuándo y dónde ir, etc.
Asimismo, asignar a los nuevos un mentor suele ser muy útil. Este le explicará todo de forma cercana, de manera que el nuevo empleado se vaya sintiendo más cómodo.
Se les debe explicar todo de forma clara, no solo lo relacionado con el trabajo, como cuál será su espacio y material de trabajo, entre otros. También se les debe comunicar información de utilidad, como, por ejemplo, dónde se encuentra el comedor.
Por otro lado, es fundamental que a los empleados se les comunique la entrada de un nuevo trabajador. Así, podrán acogerlo correctamente y ayudarle a que se sienta parte del grupo. De esta manera, mejorará el ambiente de trabajo y el nuevo empleado tendrá una sensación de compañerismo y positividad. Sin embargo, esto no debe ocurrir solo el primer día, sino hasta que se sienta adaptado y acogido.
3. Seguimiento continuo
Como podrás imaginar, nadie se siente totalmente integrado en un día o una semana. Deja que los primeros días se adapte a su nueva rutina y, después, continúa con el proceso. Por ello, es importante que haya una comunicación constante entre el empleado y su superior. Que aprenda qué hace bien y qué necesita mejorar, siempre de manera comprensiva y constructiva. Asimismo, debes asegurarte de que vaya adquiriendo vuestra cultura empresarial. La integración en el grupo juega un papel crucial en esto, haz que se sienta uno más, que sienta que su opinión importa.
Y esto es todo. No es tan complicado, ¿verdad? Solo tienes que seguir las indicaciones de cada fase y conseguirás que tu negocio sea la empresa en la que todo el mundo desearía trabajar.