La competencia es uno de los principales obstáculos con los que nos encontramos a la hora de sacar adelante a nuestra empresa. Al analizar la competencia nos damos cuenta de que nos quita clientes, pero no podemos acabar con ella… ¿o sí? Precisamente acabar con la competencia es la base de la estrategia del océano azul, una propuesta de W. Chan Kim y Renée Mauborgne que habla de dos opciones: el océano rojo con la lucha salvaje entre empresas frente al océano azul, sin competencia, donde tendremos más opciones de que nuestro negocio progrese.
¿Qué es la estrategia del océano azul?
La estrategia del océano azul es un modelo donde destaca el papel clave de la curva de valor y la innovación a la hora de explotar nuevos mercados, lo que nos permitirá establecer cierta distancia frente a la enorme y destructiva competencia que existe en los sectores empresariales más explotados. De esta forma, la propuesta de Kim y Mauborgne se basa en la no competencia, algo a lo que solo llegaremos si vamos en busca de nuevos espacios, representados por ese océano azul donde navegaremos con total libertad y sin ningún peligro.

En contraposición a este plácido y próspero océano azul nos encontramos con el océano rojo, color que Kim y Mauborgne no escogieron al azar. El rojo es el resultado de la sangre fruto de una lucha sin cuartel entre las diferentes empresas que se disputan a los mismos clientes. Si en el océano azul la clave está en el valor añadido, en el océano rojo se produce también una batalla de precios que muchas veces acaba desangrando a las empresas que obtienen un retorno cada vez menor por su inversión.
A medida que aumenta la competencia, es más difícil diseñar una estrategia ganadora y todas las empresas se enfocan a resaltar las diferencias frente a la competencia. Sin embargo, la mayoría de las nuevas empresas que nacen lo hacen a partir de mercados y productos de probado éxito. Esto hace que el riesgo a corto plazo sea menor, pero el hecho de navegar por este océano rojo tiene sus peligros a largo plazo empezando porque tarde o temprano el negocio acabará en guerra con el resto de alternativas que hay en el mercado.
Principios de la estrategia del océano azul
Hay que tener en cuenta que lanzarse a navegar por el océano azul no es fácil, ya que hablamos de algo totalmente novedoso y no tenemos garantías de que vaya a funcionar. También debemos ser conscientes del peligro de que ese océano azul se convierta en rojo si nuestra propuesta triunfa y empezamos a atraer a la competencia. En cualquier caso, la estrategia del océano azul cuenta con 6 principios básicos, empezando por la reconstrucción de las fronteras del mercado: competencia, compradores, productos complementarios…
A continuación hay que dibujar un lienzo estratégico a partir del potencial creativo de nuestra empresa, lo que nos permitirá identificar oportunidades de negocio. Hay que buscar más allá de la demanda existente en el momento actual y crear una secuencia estratégica (análisis de precios, costes, entorno, utilidad para el consumidor). El siguiente paso será superar los obstáculos que se crucen por nuestro camino, y finalmente ejecutamos la estrategia de innovación, evaluando los resultados en todo momento.
Un ejemplo de océano azul: el Circo del Sol
Apostar por el océano azul tiene sus riesgos, pero los premios son excelentes. El mejor ejemplo de ello es el Circo del Sol, una compañía circense conocida en el mundo entero que cuando apareció rompió todos los moldes del circo clásico. Decidió prescindir de los animales y de muchos intérpretes para ofrecer un mayor valor artístico, un entorno más elegante y se orientó al público adulto en detrimento del infantil, destinatario habitual de estos espectáculos. No todos los negocios triunfarán al mismo nivel, pero es un ejemplo inspirador.