Tienes una idea. Tienes un plan de negocio. Tienes el local. Te has rodeado del mejor equipo. Has conseguido la financiación. Lo tienes todo para emprender, pero... ¿cuál es el mejor momento para abrir un negocio? Es una pregunta más compleja de lo que puede parecer, porque es prácticamente imposible establecer un momento adecuado para ello. Ya sean tiempos de bonanza o de crisis, ya sea verano o invierno, se dice que el mejor momento para emprender es hoy. Cuanto antes des el paso, mejor.
Cuándo es un buen momento para emprender
Hay quien prefiere emprender en tiempos de bonanza económica más allá de emprender en tiempos de pandemia o difíciles. La gente tiene dinero y está dispuesta a invertir. Por otra parte, hay infinidad de negocios exitosos que se han lanzado en época de vacas flacas. Esto podemos extrapolarlo a la época del año. En meses como enero o septiembre la gente tiene menos dinero, en periodos como antes de las vacaciones parecemos más dispuestos a gastarlo. Pero no dejan de ser percepciones individuales. Ningún método científico nos revela el mejor momento para emprender.
Si quieres abrir tu negocio, tú eres el que debe crear el momento adecuado para emprender. Predecir el futuro, qué pasará con tu proyecto de emprendimiento y la situación económica global, es una quimera. El coronavirus o la crisis derivada de las sanciones a Rusia son el mejor ejemplo de que la situación puede cambiar en el momento inesperado. Por eso te proponemos estos tres trucos para identificar el mejor momento para emprender:
- Lánzate cuando tengas una idea y un plan claro: el primer paso para ser emprendedor es tener una buena idea. El segundo, transformarla en un plan de negocio. Es posible que tengas que modificar esa idea inicial, pero aun así es recomendable dar el paso y emprender una vez tenemos el plan de negocio. A lo largo del emprendimiento tendrás que hacer pruebas, aprenderás, avanzarás y retrocederás, tendrás que cambiar cosas... Por eso cuanto antes empieces el camino, mejor.
- Aprovecha cuando te vaya bien en el trabajo: si ya tienes un empleo, aprovecha cuando mejor te vaya para emprender. Tendrás la energía, motivación y recursos, puedes aprovechar lo bien que te va para ahorrar e invertir en el proyecto de emprendimiento. Es cierto que a menudo emprendemos cuando estamos en el paro, como último recurso, pero eso dificulta las cosas. Si las cosas te van bien, no dejes pasar esta oportunidad.
- Emprende tan pronto como puedas: seguro que has oído aquello de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, una máxima que podemos aplicar al emprendimiento. Necesitarás tiempo, energía y compromiso, y por mucho que esperes ninguno de ellos aumentará. Además, siempre hay pequeños detalles que nos obligan a retrasar el emprendimiento, toparás con nuevos obstáculos y descubrirás cosas nuevas. Da el paso cuanto antes.
Una buena decisión es esperar a garantizar unos recursos y estabilidad económica que nos permitan crear la empresa con cierta seguridad. Obviamente, necesitamos un colchón para empezar. Como hemos dicho antes, muchas veces nos convertimos en un tipo de emprendedor como último recurso apostando por el autoempleo; pero siempre es interesante contar con un colchón que nos ayude. Una vez alcanzado el capital inicial, nada debería retrasar el momento de emprender. De lo contrario, puede que nunca deje nuestra lista de cosas pendientes.
No olvides que el momento ideal para emprender depende únicamente de ti. Tu compromiso y la mentalidad que tengas para convertir el proyecto en realidad son determinantes. La coyuntura económica y de mercado afectarán a tu plan de negocio y las estrategias que sigas, pero no serán el factor que determinará el éxito o fracaso del proyecto, y mucho menos el mejor momento para emprender.