Cuando una empresa decide ofrecer un programa de coaching a uno de sus profesionales se inicia un proceso interno para asignar a éste el coach más adecuado para él o ella.
Pasos para elegir un coach
En este sentido existen varios enfoques según lo arraigada que esté la cultura de coaching en la organización, así como en función de los perfiles que participan en el proceso. En muchos casos la compañía dispone de varios proveedores de coaching externos para poder tener una variedad de profesionales del desarrollo profesional al servicio de las distintas necesidades internas.
En algunas organizaciones incluso disponen de un pool de coaches internos que normalmente son coordinados por el departamento de Desarrollo de RRHH. Éstos habitualmente compaginan su labor de coach con otras responsabilidades de su área. También conviene informarse sobre
En cualquier caso en el momento de asignar coach a un profesional o directivo es fundamental que se consiga crear el contexto necesario para favorecer una relación exitosa entre uno y otro. En palabras de Julio Olaya, no existe coaching sin relación y no existe relación sin confianza. Por consiguiente se trata de que los profesionales de recursos humanos puedan establecer las bases para crear una relación entre los dos.
Para que esto se de no se puede caer en el error de asignar al directivo un coach solo por el hecho de que guarde semejanzas de personalidad, o con un mismo historial profesional que el suyo. Precisamente lo que a veces necesita el participante a un programa de coaching es alguien muy distinto a él o ella. Al final se trata de buscar al mejor “espejo” y al que más “inspire” al coachee.
A su vez algunas empresas tienen específicos procedimientos de asignación en los que los participantes se reúnen con dos o tres coaches y luego escogen al que consideran más adecuado. En este caso también es importante tener la precaución de no caer en lo que en los procesos de selección denominamos el “efecto halo” (cuando presuponemos un comportamiento de la persona en base a un aspecto concreto de la misma) o “efecto espejo” (cuando buscamos a alguien que tiene rasgos comunes a mi).
En todo caso en el inicio de un programa de coaching el participante, así como el coach, deben saber que tienen el derecho de “romper” en cualquier momento la relación si no se sienten conectados, comprometidos o legitimados mutuamente.