La idea de que un directivo o líder puede ser un coach de sus colaboradores (utilizaremos colaboradores para hablar siempre de las personas que coordina) es muy utilizada como estilo de gestión, teniendo en cuenta los avances que en los últimos 30 años han vivido las sociedades desarrolladas del planeta.
Características de un líder – coach
Hoy día nos encontramos con profesionales que, gracias a ellos, las empresas para las que trabajan y sociedades en las que viven, han satisfecho sus necesidades primarias e incluso la mayor parte de las secundarias. Recordemos (Ver A. Maslow) que las necesidades primarias son las necesidades fisiológicas básicas (alimento, bebida, cobijo) y necesidades de seguridad y estabilidad. Las secundarias son la necesidad de pertenencia, autoestima y finalmente autorrealización.
Las empresas, hoy día, logran de muchas formas que sus empleados cubran las necesidades de pertenencia y autoestima con puestos de trabajo diseñados de forma que incluyan interacción con otras personas, significados especiales, reconocimiento, feedback y otros. Sin embargo la clave que se preguntan las mejores empresas actualmente es: ¿Cómo podemos contribuir al desarrollo de todo el potencial de nuestros colaboradores?
La clave está en ayudarles a conseguir desarrollar su potencial y capacidades dentro de la empresa, ayudarles a “ser” su mejor versión, a utilizar sus recursos y potenciales no aprovechados, a facilitarles el camino del crecimiento. Contribuir a esto es ni más ni menos que contribuir a que la persona que trabaja en una empresa pueda llegar a ser aquello de lo que sea capaz, a satisfacer y mejorar sus potencialidades humanas.
Estilo de liderazgo
Este estilo, definido como uno de los estilos de liderazgo por Goleman es nombrado por tener un claro impacto sobre los resultados de una organización. Los líderes capacitadores ayudan notablemente a los empleados a identificar sus puntos fuertes y débiles, y los ligan a sus expectativas personales, y a la carrera profesional. Animan a sus empleados a establecer objetivos claros, y a largo plazo, y les ayudan a crear un plan de acción para lograr llegar a ese fin primordial. Para llevar a cabo estos planes, establecen acuerdos con sus empleados corporativos con respeto a su rol y responsabilidades, y dan mucha orientación y a la vez “feedback”. Son los mejores delegando, dan a sus empleados, tareas retadoras, incluso sabiendo que las tareas no se harán con rapidez. Es decir, están dispuestos a tolerar mayores problemas a corto plazo cuando significa una experiencia de aprendizaje y duradero.
De los seis estilos definidos por Goleman, el capacitador o coaching es el que se utiliza con menos frecuencia. Muchos líderes piensan que no tienen tiempo en un mercado altamente exigente para realizar una tarea tan lenta y tediosa como sería enseñar a otros y ayudarles a crecer en su medio laboral. Sin embargo, quienes ignoran este estilo están lamentablemente perdiendo la oportunidad de utilizar una herramienta muy potente y efectiva: su impacto sobre el clima y el desempeño laboral es totalmente positivo.