Todos sabemos que el cliente siempre tiene la razón, y si queremos llevar esta máxima al último extremo podemos apostar por la co-creación. Es una nueva forma de contar con los consumidores o usuarios de nuestros productos y servicios a la hora de diseñarlos, lo que debería garantizarnos la máxima rentabilidad para nuestro producto.
Puede ser fruto de una necesidad, pero viene a reforzar la colaboración y confianza entre la marca y los usuarios. Vamos a ver las cinco fases por las que debería pasar nuestra estrategia de marketing protagonizada por la co-creación.
Objetivos y engagement
Si vas a incluir la co-creación en tu estrategia de marketing, en primer lugar tenemos que establecer los objetivos de nuestro proyecto. Para ello, hay que plantearse una serie de cuestiones como qué canal utilizamos para llegar a nuestro público, cuál es el target de ese producto o servicio, cuál es el contenido de la campaña o qué calendario tenemos por delante. Respondiendo a estas preguntas, se pueden plantear y definir los objetivos de la co-creación.
A la hora de contar con los usuarios o consumidores, es importantísimo tener un buen engagement, ya que esta es la clave de la co-creación. Puede ser un arma de doble filo que se gire en nuestra contra, ya que no hay que confiar ciegamente en los fans -nuestros usuarios no son gurús-, sino que hay que buscar la credibilidad en todo momento. La clave para lograr el engagement está en enviar mensajes claros a los usuarios para que sepan en todo momento que se espera de ellos. También hay que implementar una plataforma accesible y disponible durante toda la campaña.
Estudio, laboratorio y desarrollo
Una vez solucionados estos aspectos, pasamos a la fase de estudio. Empezamos midiendo los datos obtenidos con el objetivo de valorar la aportación al producto o servicio. Como valor añadido se pueden usar los datos de segmentación que tenemos. De ahí pasamos a la fase de laboratorio, en la que la empresa debe decidir cómo implantar en el catálogo de productos o servicios las ideas que le han aportados los consumidores. En este punto, nos podemos encontrar con obstáculos técnicos o prácticos que tendremos que valorar, afrontar y explicar, en especial a los usuarios.
Finalmente, llegamos a la fase de desarrollo, en la que se explota el producto. Es la que más nos interesa, ya que aquí se incluye el reconocimiento a la co-creación. En nuestras campañas de publicidad hay que destacar que el origen de la idea está en los usuarios, reconocer su aportación al desarrollo del producto. Lógicamente, no podemos desarrollar todas las ideas aportadas por nuestros clientes, ya que sería algo inviable; pero sí que podemos poner en marcha las más demandadas o aquellas con un mayor potencial comercial.
Ejemplos de campañas de co-creación
Para entender cómo podemos incluir la co-creación en nuestra campaña de marketing, basta con recordar algunas campañas donde grandes marcas se han basado en las aportaciones de sus usuarios para lanzar o evolucionar sus productos o servicios. Es lo que hacen muchas empresas del sector de la alimentación en busca de nuevos sabores: chocolatinas como Kit Kat, galletas como Oreo, los cafés de Starbucks… Todas estas empresas han lanzado nuevos productos con los sabores que pedían los consumidores.
También Nike fue de las pioneras en incluir la co-creación en sus productos, empezando por las zapatillas. La clave está en ofrecer al usuario la capacidad de diseñarlas a su gusto, incluyendo los colores, textos o dibujos deseados a partir de un modelo base. El cliente sabrá que forma parte del desarrollo del producto, y es la mejor forma de ofrecer un valor añadido que nos permite marcar diferencias con la competencia.