Las circunstancias de un panorama económico cada vez más cambiante, poco favorecen a la realización de contratos estáticos a lo largo del tiempo. La sociedad cambia y con ella los patrones de comportamiento y las políticas económicas y sociales. Así que, los contratos que se cierran, cada vez más, están sujetos a revisión periódica y regular.
No obstante, sabemos que el momento de realizar la renegociación de un contrato es delicado y que debe planificarse muy bien para lograr el objetivo que queremos y no salir perdiendo o con una mala sensación.
¿Por qué hay que renegociar un contrato?
Ya hemos comentado que nos encontramos en un entorno cada vez más cambiante. Por ello, la renegociación más que tomarla como una posibilidad que tenemos a un margen en caso de extrema necesidad, debe pasar a considerarse como una opción casi necesaria. Y las relaciones, hoy más que nunca, no sólo se basan en las cláusulas dispuestas por escrito en un contrato, sino que se basan muchísimo en la confianza mutua entre ambas partes contratantes.
Normalmente, se llega a la renegociación de un contrato para modificar algún fundamento o cláusula dispuesta en él. Si bien, ese cambio no debe perjudicar a ninguna de las partes. Más bien, todo lo contrario, se debe buscar el beneficio mutuo de los contratantes, un win-win en toda regla.
¿En qué situaciones se acude a la renegociación?
Existen diferentes momentos en los que se puede solicitar la renegociación de un contrato por cualquiera de los dos partes que intervienen en él.
Subir o bajar precio
Para subir el precio en caso de revalorización de las tarifas de un abogado o asesor, por ejemplo.
Y, situación de querer bajar el precio, en los casos de querer solicitar una rebaja del precio fijado en el contrato o del porcentaje de comisión.
Renegociación laboral
Una situación más que habitual a la que puedes llegar a enfrentarte como empresario es que algún trabajador pretenda renegociar las condiciones de su contrato laboral: ya sea por días de vacaciones, por salario, horario, o cualquier otro motivo.
Lo importante, ya lo hemos remarcado antes, es que generes un clima de confianza y una relación cercana, donde ambas partes podáis dialogar y llegar a un punto en común, argumentando punto a punto las decisiones que se han tomado.
Renegociación del cobro o pago de una deuda
Ya sea por cambio en la fecha de finalización del plazo de cobro/pago de la deuda, del tipo de interés que se acordó en un principio, etc. En definitiva, acordar nuevas condiciones para el cumplimiento de la deuda y, ante todo, que ambas partes sientan que obtienen un beneficio de la renegociación. Es importante ser directo y coherente con la petición que realicemos.
Consejos para renegociar un contrato
Si queremos tener éxito y conseguir el objetivo que nos hemos planteado tenemos que tener en cuenta algunas claves para renegociar un contrato.
Marca un objetivo concreto y claro
Si algo apreciamos mientras trabajamos, es tener las cosas claras, bien definidas y que sean peticiones realistas. Por tanto, cuando queramos renegociar un contrato, ten muy claro qué es exactamente lo que quieres modificar o llevar a discusión. Escoge el punto o puntos concretos y ponlos sobre la mesa, para ir directos al grano en la renegociación y no alargarla durante horas, con divagaciones y charlas sin sentido.
Mantente firme en tu petición
Debes transmitir confianza, seguridad y decisión a la hora de solicitar una renegociación del contrato.Hazle ver a la otra parte que la solución que le propones, es la mejor alternativa para ambos (no sólo para ti).
Oferta de una compensación.
Quien algo quiere algo le cuesta. Si consideras que la otra parte no aceptará de buena gana tu solicitud, trata de suavizar o mitigar el efecto de la misma. Tienes varias alternativas para salir con éxito de la renegociación: propón prolongar el contrato, o aumentar el número de pedidos, mejorar la calidad, adelantar el pago de una deuda, etc.