Hay distintos periodos de tiempo para los que se puede hacer un presupuesto. Normalmente, se hacen con una base anual, semestral o trimestral; es decir, con un plan para los próximos 3 o 6 meses o para el próximo año, aunque algunas empresas prefieren hacer un presupuesto continuo.
Los presupuestos continuos son aquellos que se actualizan constantemente. Por ejemplo, si tienes un presupuesto anual y extenderlo por uno, dos o los meses que quieras, según te convenga.
Sin embargo, debes saber que es mejor hacer algunos a corto plazo (un año o menos), como los presupuestos de ventas o de gastos de producción, que se modifican constantemente; en cambio, si quieres planear el crecimiento de tu negocio o adquirir bienes de capital como maquinaria y/o equipos, por ejemplo, tu presupuesto puede cubrir periodos de tres, cinco y hasta diez años.
¿Cuál debe ser el tiempo de un presupuesto?
Dependiendo del plazo que cubran, podremos encontrar diferentes tipos de presupuestos. Cuando menor sea el plazo que cubran, los objetivos del presupuesto serán más tácticos, mientras que cuanto mayor sea el plazo, se centrarán más en planes de desarrollo por parte de las organizaciones que los realicen. En función del tiempo podemos encontrar:
- Presupuesto a corto plazo: son los presupuestos que cubrir periodos de tiempo máximos de un año.
- Presupuesto a largo plazo: presupuestos que cubren periodos de más de un año.