A menudo asociamos el storytelling a disciplinas como el cine, o a negocios creativos o artísticos, y pasamos por alto las ventajas del storytelling para las empresas. No importa el sector al que se dediquen, el modelo de empresa, si se trata de una empresa innovadora, joven y en desarrollo o de una empresa con una larga trayectoria y asentada, el storytelling puede suponer grandes beneficios para tu empresa, y los estás dejando pasar por desconocimiento o por prejuicios. Y eso es algo que a medio y largo plazo te acabará perjudicando.
¿Qué es un storytelling?
El storytelling no es otra cosa que el arte de contar historias, algo que indudablemente está asociado al mundo del marketing. Tenemos que contar una historia a nuestros potenciales clientes para que conozcan y compren los productos y servicios que les ofrecemos, y una de las formas que hay para contársela es a través del storytelling. Seguramente, el “Yes, we can” de Obama sea el ejemplo más famoso de storytelling en el mundo; y si lo hacemos bien nuestro storytelling llegará al público, que nos comprará los productos que ofrecemos.
Realmente, el storytelling es mucho más simple de lo que parece. Como cualquier historia, necesita un inicio, nudo y desenlace, y no pueden faltar los elementos clásicos: un héroe protagonista, un viaje o desafío, un cambio, una llamada a la acción… Para que llegue al potencial cliente, nuestra historia debe ser auténtica, tendrá una parte genuina, y despertará la imaginación de la audiencia, hará que se involucre. Uniendo historia y emoción creamos un vínculo que llevará a ese público a actuar.
¿Qué aporta el storytelling a tu empresa?
Una de las razones por las que deberíamos adoptar el storytelling en nuestra empresa es porque las historias hacen que nuestra empresa quede en la retina del público. Es más fácil que se acuerden de una empresa que les ha contado una (buena) historia que del nombre de compañías que no aportan nada en este sentido. Es la forma más eficaz que tenemos de que recuerden nuestra marca, y eso por sí solo debería ser razón más que suficiente para apostar por él. Es lo que hacen, por ejemplo, los conferenciantes de las charlas TED.
Ante la avalancha de información que recibimos constantemente los consumidores, nos cuesta cada vez más retenerla y contar con una buena historia nos ayudará a recordar esa información o historia. Es una forma más de captar la atención hacia tu marca. Cuando lanzas un anuncio o un producto y la historia engancha y gusta, los consumidores, la crítica y los medios en general estarán atentos a tu nueva historia, y tendrás esa emoción garantizada. Los anuncios que ciertas marcas lanzan cada navidad son un buen ejemplo de ello: una historia que llega al corazón del consumidor.
Porque el storytelling también nos ayuda a humanizar a la empresa. Muchas veces, son vistas como grandes entes sin sentimientos, pero si somos capaces de transmitir una buena historia el público verá los valores de la compañía, lo que la hace tan especial. Por eso, muchas compañías utilizan el storytelling para explicar su propia historia, desde su fundación (cuándo se creó, las dificultades a las que se enfrentaron sus fundadores) hasta el momento actual, repasando sus grandes hitos.
Esta táctica nos sirve, por ejemplo, para la presentación de un nuevo producto o servicio. Podemos remontarnos al principio de los tiempos e ir avanzando hacia la época actual reviviendo nuestros productos estrella, aquellos que han triunfado entre el consumidor. Como ves, el storytelling es una forma más de marketing -aunque algunos se resisten a considerarlo así-, una estrategia con la que nos podemos acercar más al consumidor final y multiplicar las ventas de nuestra empresa.