En el momento de hablar de las actas, es importante conocer su significado exacto previamente y además, ver el contexto en que se está utilizando. Y es que, existen diferentes tipos de actas y por cada una de ellas, variará el contenido o el objetivo de este tipo de documento.
De manera general, el acta es un documento que certifica y registra todo lo que ha acontecido o aquello que se ha pactado durante una reunión, sea esta de la índole que sea. Las actas de reunión puede redactarse en situaciones diversas, como el pleno de un ayuntamiento o de una reunión de negocios, la cuestión es que se registren los datos y que alguien se encargue de transcribirlos y archivarlos.
Normalmente, quién redacta el acta será una persona que tenga buenos conocimientos en redacción y conozca la estructura del acta. En el caso de organismos oficiales, como el Parlamento Europeo, los que se encargan de esta tarea son escribientes profesionales. Todos estos documentos, deben guardarse posteriormente y de manera cronológica y ordenada, en el denominado libro de actas.
Si se trata de una situación más informal, como una reunión en la comunidad de vecinos, podemos recurrir a utilizar un modelo de acta. Este nos servirá de guía y nos ahorrará tiempo, aunque es mejor siempre que se personalice la plantilla.
Definición de acta
Además de un documento que registra lo acontecido durante una reunión, un acta también puede tratarse de un documento que ofrece un carácter oficial y que certifica legalmente la condición de una persona o institución. Sería el caso del acta de diputado que reciben los parlamentarios electos de un país.
Las actas también pueden contribuir a certificar legalmente acontecimientos importantes, tales como un nacimiento, una boda o una defunción. Son las pruebas oficiales de que estos sucesos han sucedido y han quedado registrados.
En el caso de la creación de una empresa, las actas constitutivas declaran las formalización de una sociedad formada por los socios que la firman.