Así como cada persona tiene una personalidad muy concreta y marcada, con unos hábitos y costumbres, también lo tienen los diferentes grupos que conforman la sociedad en diferentes partes del mundo. Y, esto mismo, se puede extrapolar perfectamente al ámbito empresarial. Es lo que se denomina cultura organizacional y describe la personalidad de una organización.
Las empresas, dentro de cada sector de actividad, poseen toda una serie de hábitos y modos de actuar propios, así como también lo poseen los diferentes grupos de personas que trabajan dentro de dicha compañía. Cada empresa tiene una cultura corporativa propia, la cual define su personalidad y gracias a la cual sus clientes la identifican con mayor facilidad.
Definición de cultura organizacional
Podríamos entender el concepto de cultura organizacional a todo un conjunto de normas, hábitos y valores que son compartidos por las diferentes personas o grupos que conforman una compañía.
Pese a que podamos encontrar muchas empresas que ofrecen los mismos productos o servicios, como clientes, siempre nos vamos a sentir más identificados y cercanos con una u otra. Esto se debe a que las empresas tienen gran personalidad y una cultura empresarial que les define en su modo de actuar y, en definitiva, en su modo de vender y atender al cliente. Porque a través de la cultura organizacional se rigen toda una serie de normas y valores que los trabajadores deben asumir y reflejar de cara al cliente, de cara a su público objetivo.
La cultura organizacional se manifiesta en el modo en que se trata a los empleados, a los clientes y a la comunidad en general.
En definitiva, la cultura organizacional describe la psicología, las actitudes, las experiencias, creencias y valores de una empresa. Se trata de todo un conjunto de normas y valores que son compartidos por las personas de una misma organización y que controlan la forma en que interactúa la empresa como conjunto, tanto en su propio entorno como de cara al exterior con sus diferentes grupos de interés (proveedores, colaboradores, clientes…).
Importancia de la cultura organizacional
Tener presente la cultura en la organización empresarial es fundamental. Según Tony Robbins, escritor y orador motivacional estadounidense, la cultura empresarial puede ser fuerte o débil. Las compañías con una cultura organizacional fuerte se caracterizan por tener unos valores muy firmes y aceptados por todos sus integrantes, lo cual se traduce en una alta implicación de los trabajadores por la consecución de la misión y los objetivos empresariales marcados por la compañía.
Sin embargo, una empresa que tiene una cultura débil supone: un personal desmotivado y poco implicado, con falta de libertad y confianza para tomar decisiones, una gerencia poco interesada por su plantilla, carencia de métodos de estimulación, falta de incentivos, baja productividad empresarial, etc. Es decir, la importancia de la cultura organizacional radica en el hecho de que sus empleados y demás grupos de interés (tales como clientes), deben sentirse identificados con ella, deben verse reflejados y sentir como suyo el éxito de la compañía. Porque una empresa con unos valores débiles y poco definidos, dificulta que sus empleados puedan sentirse interesados por su funcionamiento y evolución.
Por tanto, es misión de los fundadores y de la dirección de la compañía, transmitir con tiempo a todos los miembros que forman parte de la misma y realizar toda una serie de actividades que fomenten, activen y desarrollen dicha cultura organizacional. ¿Cómo? A través de premios e incentivos, organización de seminarios y cursos de formación varios, etc. Todo ello con el fin de fortalecer los valores y creencias empresariales, trabajando por el desarrollo de una filosofía organizacional fuerte.